Cuando el frío empieza a cubrir los valles y el olor a leña marca el ritmo del invierno, hay casas que parecen hechas para ese instante. La residencia de montaña de Risto Mejide, situada en la comarca de la Cerdanya, es una de ellas. Concebida como refugio familiar y espacio creativo, su hogar combina el diseño contemporáneo con la calidez rústica, y se abre al paisaje pirenaico como si formara parte de él.
El presentador y publicista encuentra allí su desconexión del ruido mediático, rodeado de montañas, bosques y silencio. En este entorno privilegiado, los tonos neutros, la piedra natural y la madera maciza crean una atmósfera serena, donde cada detalle transmite equilibrio y autenticidad. La geometría moderna se entrelaza con la tradición alpina en una composición que respira calma y sofisticación.
Un espacio amplio y luminoso
El salón principal es el corazón de la casa, según han compartido en redes tanto él como su expareja Laura Escanes. Amplio y luminoso, combina una chimenea empotrada en una pared blanca con una gran cristalera que abre el espacio hacia el exterior.
Desde el sofá claro, acompañado de cojines oscuros y una lámpara de diseño, se puede contemplar el bosque sin necesidad de salir. En invierno, el fuego aporta esa calidez que solo una chimenea real puede ofrecer.
Junto al ventanal, un piano negro se convierte en protagonista silencioso del salón. Su presencia aporta un aire artístico y contemplativo, casi cinematográfico. En ese rincón, la música se funde con las vistas al Pirineo, y cada nota parece perderse entre los árboles.
La distribución del salón permite disfrutar de diferentes ambientes —zona de descanso, de lectura y de comedor— sin romper la armonía visual del conjunto. Una de las estancias más personales de la vivienda es su biblioteca a dos alturas, auténtica oda al libro y al pensamiento.
Alma de escritor
Esta ocupa una pared entera con estanterías negras que se alzan hasta el techo y un altillo al que se accede mediante una escalera metálica. Es el espacio perfecto para el escritor que hay en Risto —autor de más de una decena de títulos—, un lugar donde las palabras conviven con la madera, las vigas vistas y la luz natural que entra desde las ventanas altas.
En esta biblioteca, la arquitectura moderna y el espíritu rural se dan la mano. Lámparas colgantes, metal negro y madera envejecida conviven en un ambiente de estudio y recogimiento. Es fácil imaginar al presentador trabajando entre libros mientras la nieve cae fuera, o subiendo la escalera para escoger un ejemplar favorito entre las estanterías.
El exterior, por su parte, es un verdadero paraíso al aire libre. Terrazas amplias con sofás de fibras, mesas de madera y un comedor exterior invitan a pasar el día fuera, disfrutando de la pureza del aire pirenaico.
Pero la joya (estival) de la casa es, sin duda, su piscina infinita, que parece fundirse con el horizonte y refleja los tonos cambiantes de la montaña según la estación. Pues la Cerdanya no es solo para el frío, sino que la alta montaña catalana es el refugio de verano de muchas celebrities.
En verano, el jardín se tiñe de verde y las aguas transparentes de la piscina son el centro de la vida familiar. En invierno, la nieve convierte el paisaje en una postal silenciosa. Risto ha logrado que su refugio combine comodidad, diseño y naturaleza, creando una casa que no solo se habita, sino que se siente.
Más que una segunda residencia, la casa de Risto Mejide en la Cerdanya es una declaración de estilo y equilibrio: un refugio de calma contemporánea donde la vida se desacelera, el paisaje manda y cada rincón invita a detenerse.
Foto | @ristomejide/@lauraescanes
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