Cucula significa en Hausa, una de las lenguas de África occidental "cuidar el uno del otro" y eso es precisamente lo que busca una empresa de diseño y artesanía con sede en Berlín que fue fundada para proporcionar puestos de trabajo a los refugiados del África occidental.
Sus diseños más especiales son la colección de edición limitada de 50 sillas de madera de pino que también incorporan materiales de barcos naufragados de la isla italiana de Lampedusa.
Y es que Maiga, Moussa, Ali, Saidou y Malik, los protagonistas de este proyecto piloto llegaron a la isla italiana en una de esas barcas. Los cinco abandonaron sus países de origen (Mali y Niger)y viajaron a Siria, donde estuvieron trabajando hasta que estalló la guerra y se aventuraron en ese viaje del que, por desgracia, escuchamos todos los días en el telediario.
Los diseños de los nuevos carpinteros son estructuras primarias, casi rudimentarias que simbolizan la democracia de diseño: La silla clásica es para todos. La colección ha sido todo un éxito y ya está agotada pero algunos modelos se puede ver que en el Museum der Dinge (Museo de las Cosas) en Berlín.
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