
Con la llegada del verano, los niños están en casa a todas horas, y es un buen momento para pasar más tiempo con ellos. Hoy os propongo una manualidad que, además de ser entretenida y fácil de hacer, dará un toque personal a cualquier habitación de la casa mientras os proporciona una manera divertida de enseñar vuestras fotografías.
Para este trabajo, necesitáis un reloj con los números separados entre sí (los de Ikea son estupendos, por ejemplo), las fotografías que queráis pegar –aquí se puede jugar con la fantasía, en el ejemplo de la foto se ha realizado con caras de bebés, pero se puede hacer también con imágenes de flores, monumentos, lugares que os traigan buenos recuerdos…- pegamento lo menos líquido posible y tijeras para recortar las fotografías.
Vía | Apartment Therapy Más información | Martha Stewart