Un florero que nunca se cae

Un florero que nunca se cae
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¡Cuidado con el florero! Esta exclamación es habitual cuando alguien pasa peligrosamente cerca de un jarrón con flores y más aún si la persona en cuestión es un niño con una pelota. Las consecuencias son desastrosas, cristales rotos, agua derramada y nuestras flores esparcidas por el suelo.

Este truco, sencillo de realizar, mantiene los jarrones firmemente sujetos y además es muy decorativa y original. El que vemos en la fotografía parece estar situado en el borde de un mostrador, decorando sin peligro una recepción. La idea se puede exportar a estantes, encimeras voladas y allí donde queramos emplazar un punto florido.

Para reproducir esta idea, necesitaremos hacer un agujero redondo en la madera, dentro del cual se encajará un jarrón de planta circular. La superficie inferior del jarrón deberá ser ligeramente más pequeña que la superior, ya que de lo contrario no se sujetaría en el soporte. Por tanto el agujero tendrá el diámetro que presente el punto en el que queremos que encaje.

Un poco de agua, unas flores bonitas y disfrutaremos de su olor y color sin peligro.

Vía | Apartment Therapy En Decoesfera | Díselo con el florero

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