Hacía unas cuantas semanas que no encontraba nada que me inspirara en mis paseos, visitas y devenires. Y no es porque no mire, que soy toda ojos y estoy siempre deseando ser sorprendida por bonitos detalles decorativos que compartir con todos vosotros. Este fin de semana, al entrar a un restaurante vi una decoración que resultaba tan impactante como práctica. Cierto es que en principio, la intención parecía mas decorativa que práctica, pero bien mirado y analizado, podemos utilizar esta idea tanto para decorar como para ordenar botellas o colecciones dentro de un comedor de estilo rústico-moderno.
Los elementos necesarios para construir este botellero decorativo son: uno o varios palés, dependiendo de la superficie que deseemos cubrir, unas botellas, pintura, hembrillas, y unas barras metálicas. Los palés se han pintado en color blanco y se han colgado en la pared, cubriendo buena parte de la parte superior de esta. Los tablones hacen las veces de barandilla para contener las botellas, y a falta de un estante que soporte el peso, se han colocado unas barras metálicas sobre las que se apoyan las botellas.
Estas son todas de sidra, en consonancia con el local, pues se trata de un restaurante asturiano. Todas están vacías, ya que como he dicho anteriormente, la intención es meramente decorativa, y presentando las botellas vacías, limpias y sin etiquetas, uniformes en color verde sobre el fondo blanco del palé, se consigue una bonita decoración que resulta tan acogedora como alegre.
Las barras inferiores se sujetan de una manera muy sencilla, tan solo hace falta colocar unas hembrillas cerradas que soporten el diámetro de las barras metálicas. Se fijan estas fuertemente y se pasan las barras por las anillas.
No queda la cosa aquí, también se ha añadido una iluminación en la parte superior, escondida tras el tablón superior, que termina de rematar el conjunto decorativo. La idea se puede variar para alojar una colección de botellas de diferentes formas y colores, u otros objetos que merezcan una exposición de impacto.
En este comedor se ha cubierto la parte superior de la estancia con estos palés reconvertidos, creando una decoración singular muy acorde con el restaurante. A partir de esta idea podemos imaginar muchas y muy distintas combinaciones, jugando con los colores y las formas, pues si bien la uniformidad de las botellas en este caso funciona, también quedarían muy bien botellas diferentes de distintos colores sobre un fondo blanco. O botellas de vidrio transparente llenas de agua tintada de uno o diferentes colores, agrupadas en este último caso por gamas, sobre un fondo de un color que ofrezca contraste.
No parece en cambio muy adecuado para almacenar vinos, pues estos necesitan unas condiciones que en este caso no se cumplen, pero no cuesta imaginar uno de estos palés dispuesto para mostrar y guardar botellas de licor, quizá menos exigentes en cuanto a conservación, incluso decorando tras la barra de un bar. Muchas opciones para una sola idea, esto sí que es inspiración.
¿Dónde?
En el restaurante El Oso
Avenida de Burgos 214 Vía de servicio N1 28050 Madrid
En Decoesfera | Decoración en la calle
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