Siguiendo con nuestro especial Seguridad en el Hogar, hoy le toca el turno al baño, que posiblemente sea el lugar donde se den más accidentes domésticos después de la cocina, además, suelen ser accidentes con más posibilidades de ser graves, al ser un lugar más estrecho y con mayor íntimidad, no es necesario que os hable de lo peligrosas que son las caídas en el baño.
Además la mayoría de nosotros solemos utilizar el baño como almacen para medicamentos y productos de limpeza que pueden producir accidentes sobre todo si tenemos niños en casa, y también al ser un lugar con agua y aparatos electrícos puede haber peligro de corrientes o quemaduras.
Pero no podemos dejar de lado otros accidentes más graves, como que los niños pequeños pueden ahogarse fácilemente en las bañeras si no les prestamos la suficiente atención, y también pueden darse cortes por ejemplo con aparatos para el afeitado o cuchillas.
Todo ello por supuesto sumado a los riesgos que podemos encontrar en cualquier otra habitación, como enchufes, caidas, resbalones, pero que sumado a las condiciones especiales y la función del baño hacen que en esta habitación estos accidentes sean aún más graves.
Y ya después de haberos metido el miedo en el cuerpo toca el turno de los consejos con los que podéis evitar todo esto, muy sencillos y para los que sólo necesitamos prestar un poco de atención y mantener un poco el orden.
Lo primero es evitar los resbalones, sobre todo si tenemos alguna persona mayor o niño en casa, los primeros porque suelen tener menos equilibrio y además sus caídas suelen ser mucho más graves, y los segundos porque son más activos y traviesos y eso siempre fomenta las caidas.
Para evitar los resbalones hay alfombras especiales tanto para suelos como para los interiores de bañeras y duchas, muy útiles y versátiles, y adecuadas para cualquier tipo de decoración.
Otra necesidad es mantener un orden, y con ello no sólo me refiero a tener todo almacenado en su sitio evitando así tropezones, sino a tener sitios destacados para objetos cortantes, de limpieza, o medicamentos. Sitios clave donde los niños no puedan ni ver ni alcanzar, y así evitar problemas de cortes o intoxicaciones.
Lo mismo con los aparatos eléctricos, que deben ser desconectados después de cada uso, y sobre todo evitar que estén en el baño o al alcance de los niños cuando se están bañando.
También si tenemos en casa niños es conveniente utilizar algún tipo de dispositivo para controlar la temperatura del agua, como un termómetro en la ducha o una grifería que controle la temperatura, así evitaremos quemaduras.
Y por supuesto, lo último y más importante: cuando se trata de niños y personas mayores, andar con cinco ojos, porque cualquier despiste puede acabar muy mal, cosas como no dejarles cerrar la puerta del baño con pestillo mientras son pequeños o procurar controlar el tiempo que pasan dentro pueden ahorrarnos muchos disgustos.