Si medimos el tiempo por la sucesión de celebraciones, enseguida relacionaremos el mes de octubre con Halloween. Aunque sea una fiesta que poco tiene que ver con nuestra tradición, cada vez son más los que gustan de celebrarla, y en los escaparates las calabazas proliferan entre un fondo de colores negro y naranja. Que le vamos a hacer, parece que esta costumbre de origen celta, profundamente arraigada en los Estados Unidos, está cuajando en nuestro país queramos o no.
Y como cualquier excusa es buena para montar una fiesta, vamos ver como podemos decorar nuestras casas para recibir pequeños monstruos que nos preguntarán amenazantes: ¿Truco o trato?
Ya antes de abrir la puerta la decoración entra en juego. Si disponéis de un jardín de entrada podéis diseminar por el camino calaveras, calabazas, momias y otros motivos típicos. En este enlace encontraréis plantillas para realizarlos en madera.
No puede faltar una calabaza como elemento central, grande y decorada para la ocasión. En estas fechas se empiezan a encontrar con facilidad en las fruterías, grandes superficies, viveros y centros de bricolaje. Hay que vaciarla cuidadosamente y recortar una siniestra sonrisa y unos ojos malignos que definirán su expresión. Una vez limpia, se coloca una vela en su interior consiguiendo un efecto sorprendente.
También se puede realizar un centro de mesa con una calabaza decorada e iluminada, rodeada por otros ejemplares más pequeños que presenten distintas formas. Esta cucurbitácea es el símbolo más representativo de Halloween y se puede representar de muchas maneras: en salvamanteles, servilletas, barreños decorados para la bebida, guirnaldas, etc...
Las paredes se pueden cubrir de negro utilizando papel o tela, lo que puede ayudar a conseguir una verdadera escenografía de terror. Una visita a las tiendas de todo a un euro, nos servirá para llevarnos a casa bichos repugnantes que colgaremos de techo y paredes, que quedarán además a salvo de manchas y roces. Unos toques en las esquinas con spray de telarañas será la guinda para conseguir un ambiente tétrico.
Pero no hace falta destinar un gran presupuesto a esta fiesta, con papel de colores se pueden realizar guirnaldas para colgar de paredes y puertas, siendo un trabajo que puede ser realizado con la colaboración de todos los miembros de la familia, sobre todo los niños.
Las velas son un recurso fácil de iluminación, aunque poco recomendables a la hora de dar una fiesta, ya que pueden prender el decorado o la ropa de los asistentes, por lo que os recomiendo que las sustituyáis por guirnaldas luminosas, seguras y con un efecto igualmente impactante.
Otra opción es convertir vuestra casa en una siniestra mansión abandonada cubriendo los muebles con sábanas. En las películas funciona y da mucho miedo. Bajando la intensidad de la iluminación y buscando una terrorífica música de fondo, el efecto está garantizado. Además protegeréis vuestros muebles de los excesos de la fiesta, matando dos pájaros de un tiro.
Faltan solo dos semanas para la fecha clave, espero que estas ideas sean de ayuda para los que os apuntéis a la celebración y que disfrutéis de la fiesta. Os deseo mucho miedo...
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