Por internet hay cientos, sino miles, de páginas sobre cómo colocar y colgar cuadros: desde su procedimiento, hasta sus útiles. No voy a redundar aquí sobre lo mismo.
Lo que ya no hay tanta información es cómo centrar un cuadro. Cuando vamos a sustituir un cuadro es muy fácil: solamente miramos sus dimensiones y lo colocamos en el mismo sitio. El problema nos llega cuando debemos centrar uno o más cuadros para mantener la estética del ambiente.
En más de una ocasión me ha pasado que, al instalar un despacho desde cero, con todos sus elementos, llegaba el problema de la disposición de los cuadros que la persona que iba a ocuparlo traía consigo. Muchas veces nos veíamos en la situación de tener que decirles a los decoradores novatos cómo se hacía. Algo fundamental pero que al parecer en muchas escuelas de interiorismo no se toca (no así en diseño interior, por supuesto, que se toca ésto y mucho más).
Obviaré aquí el uso de niveles láser o de burbuja, puesto que lo dejo al uso y necesidad de cada uno según proceda.
Para centrarlo horizontalmente es muy fácil: se toma la medida del largo de la pared (A). Si el lugar es grande (tipo loft) o se van a colocar más de un cuadro, se dividirá en tantas partes iguales como cuadros a colgar o ambientes a crear.
Se divide entre dos (B), y luego se hace lo mismo con el cuadro. El punto de intersección B-D será donde se tomarán las mediciones.
En la línea vertical podemos proceder de una forma parecida, para centrarlo, recordando que siempre debe estar por lo menos a dos tercios de su longitud, dependiendo de las dimensiones del cuadro, estilo del marco, etc, por supuesto. Aunque en este aspecto todo se supedita antes a la altura de los ojos de una persona media, o de quien va a ocupar la habitación en este caso, ya que si los colocamos muy altos desvían el punto de vista y si es demasiado bajo crea descompensación de ambientes. Un truco es que se le vea relajadamente desde una posición de sentado.
Si existen muebles grandes la media se puede hacer desde el mismo mueble. Asimismo, en interiorismo existe un regla común que dice que cuando se cuelgan dos cuadros, el más grande es en un punto inferior al más pequeño.
Es conveniente añadir que si el espacio es pequeño, las medidas se hacen verticalmente; si el espacio es ancho, escalonadamente, y si es alargado, en hilera.
Cuando son muchos cuadros a colocar, el que va en el centro se coloca primero y los demás en relación a él. En cuanto a las distancias entre cuadros, menor será cuanto más pequeños sean éstos.
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