María Lancha
EditorEn un momento en que los productos ecológicos y las soluciones naturales ganan protagonismo en el mundo del hogar, hay ciertos clásicos que resisten el paso del tiempo. La lejía, utilizada con moderación, sigue siendo una herramienta potente y efectiva para desinfectar, eliminar moho y mantener espacios blancos e impecables.
En este contexto, la especialista en organización y limpieza Rocío Butrón (@rbr_decohome) popular en redes por sus rutinas prácticas y su enfoque realista del cuidado del hogar, nos abre las puertas de su rutina mensual con un producto de limpieza de toda la vida: la lejía.
Estos son los cinco usos que Rocío aplica, solo una vez al mes, para mantener su casa libre de moho, bacterias y suciedad incrustada.
Moho fuera: juntas del baño como nuevas
Vía @rbr_decohome
Uno de los lugares donde más suele aparecer moho es en las juntas de la bañera o la ducha. La humedad constante, el calor y la ventilación insuficiente hacen que estas zonas sean un foco habitual de manchas negras difíciles de eliminar.
Rocío propone un truco sencillo y eficaz: enrollar papel absorbente, empaparlo bien en lejía y colocarlo cuidadosamente sobre las juntas afectadas. “Lo dejo actuar durante varias horas —incluso toda la noche— y luego simplemente lo retiro. Las manchas de moho desaparecen y las juntas recuperan su color original”, asegura.
Goma de la lavadora
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Otra zona olvidada pero crítica, es la goma de la lavadora. Allí se acumulan moho, pelusas y residuos de detergente, lo que puede generar mal olor y afectar al funcionamiento del electrodoméstico.
Para limpiarla, Rocío coloca directamente un poco de lejía sobre la goma, cubre la zona con una bayeta limpia, y vuelve a aplicar más lejía por encima. "Después, retira la bayeta, limpia la goma y esa misma bayeta se lava en la lavadora con un programa corto de 15 minutos. La goma queda impecable sin moho ni suciedad", explica. El resultado es una goma limpia, sin moho ni olores, y un electrodoméstico más higiénico.
El fregadero blanco
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Si tienes un fregadero blanco de resina o cerámica, sabrás que con el tiempo puede adquirir una tonalidad amarillenta o grisácea, fruto del uso diario, el agua y los restos de comida.
Rocío recomienda una solución rápida y sin esfuerzo: verter una pequeña cantidad de lejía directamente en el fregadero y dejar actuar durante dos horas sin enjuagar. Pasado ese tiempo, simplemente se aclara con agua abundante. De esta manera, recupera el color blanco que había perdido.
Alfombras de baño
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Pocas cosas acumulan más humedad en el baño que las alfombrillas de plástico antideslizantes de la ducha o de la bañera. Aunque se laven con frecuencia, es habitual que en su superficie se escondan hongos y bacterias, especialmente si se secan mal o se usan en baños sin buena ventilación.
La solución de Rocío: un lavado con lejía una vez al mes. No hace falta más, las metes en la lavadora con el detergente habitual y añades un poco de lejía en el cajetín correspondiente. Salen perfectas, sin olores y completamente desinfectadas.
Un truco exprés para el váter
@rbr_decohome Y tú dónde la usas ? Te leo 👀 #lejia #moho #flypシ #parami
♬ si te pillara - Beéle
Para mantener el inodoro limpio y libre de bacterias, Rocío aplica un método clásico, pero no por ello menos efectivo: verter lejía directamente dentro del váter, sobre todo en la zona bajo el borde y alrededor de la salida del agua. Lo deja actuar unos minutos y luego tira de la cadena o frota suavemente con la escobilla.
Imágenes | Vía @rbr_decohome
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