Una de las cosas que eché de menos estando de vacaciones fue no poder ser el encargado de presentar la adivinanza decorativa del viernes, aunque tampoco mucho, pues enseguida me distrajo el sol y la playa.
No obstante, estuve buscando algo con lo que volver con fuerza, algo que fuera realmente complicado y que encima la imagen lo complicara más aún, y he aquí el resultado de mis pesquisas.
Como no soy un ogro, os voy a dar muchas pistas. Se trata de un objeto inusual en su forma y en su manera de usarse, pero en realidad es algo que prácticamente todo el mundo tiene en la cocina, solo que en un modelo más pequeño y menos aparatoso que este. Para ponerlo fácil, os diré que es algo que podríamos comentar también en Directo al Paladar, nuestro blog de gastronomía. Como colofón, utiliza la gravedad para cumplir su misión.
A discurrir la solución.
La solución
Desde luego, cada vez que encuentro algo que pienso que no adivinaréis os confabulais para llevarme la contraria y descubrir de qué se trata a la primera. Como muchos habéis acertado, se trata de una artilugio para abrir frutos secos, es decir, un cascanueces.
Claro que no se trata de un cascanueces al uso, sino de uno diferente, que hace uso de la gravedad para abrir los frutos secos en vez de la fuerza de nuestras manos.
Un diseño curioso que llamará la atención de vuestros invitados pero que igual resulta más complicado de guardar en un cajón que los habituales cascanueces.
Vía | Yanko Design En Decoesfera | Adivinanzas
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