Una compra de segunda mano que terminó siendo un artículo de lujo
Cuando la decoración se convierte en lujo, pasa de ser decoración para ser todo una reliquia. Justo eso fue lo que le pasó a Jean-François Marchais, exbombero y coleccionista apasionado. Lo que comenzó como una visita rutinaria a una tienda de segunda mano en un tranquilo pueblo francés, terminó convirtiéndose en una de esas historias que los amantes de la decoración y las antigüedades sueñan con vivir.
Jean-François Marchais, encontró entre estanterías y muebles olvidados una mesa de roble que a primera vista parecía ordinaria. Su precio, menos de 30 euros, pero su verdadero valor iba mucho más allá, era un pedazo perdido de la historia de Francia.
El hombre, de 62 años, recorría la boutique Emmaüs de Châtellerault (un lugar donde el tiempo parece detenerse entre objetos que esperan una nueva vida) cuando esta pieza llamó discretamente su atención. No era un mueble brillante ni especialmente ornamentado, pero tenía una presencia peculiar. "Estaba fuera de lo común y tenía algo especial", tal como comentó a la Nouvelle Republique.
Un hallazgo bajo la superficie
La intuición no le falló. Ya en casa, al examinarla con detenimiento, el coleccionista descubrió varias marcas grabadas en la madera, las siglas GM, correspondientes a la Guardia de Muebles de la Corona Real, y MLR, de los Menus Plaisirs du Roi, el departamento encargado de organizar ceremonias y celebraciones de la monarquía francesa.
Intrigado, Marchais acudió a Mobilier National (institución que administra el patrimonio mueble del Estado) y allí comenzó a desenredarse la historia. La investigación oficial confirmó que la mesa fue fabricada en 1821 para una ocasión señorial, el bautizo del duque de Burdeos, nieto del rey Carlos X.
Tras años recorriendo instituciones oficiales, la pieza fue registrada en 1894 en las Reservas Nacionales del Mobiliario y, en 1925, destinada a la Escuela Nacional de Lenguas Orientales. Pero su rastro se pierde años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Durante casi ocho décadas, la mesa permaneció desaparecida, hasta que reapareció accidentalmente en una tienda benéfica.
Aunque el hallazgo podría haber sido un golpe de suerte muy lucrativo, Marchais no dudó en devolver la mesa a su lugar. "Me da un poco de tristeza porque es un mueble con una gran historia con todas estas inscripciones, pero estoy feliz de devolver al Estado algo que probablemente fue robado". Así, Mobilier National ya ha confirmado que pronto será reintegrada a su inventario.
Un coleccionista con buen ojo
Pero lo cierto es que este no ha sido el único hallazgo de Marchais. Su obsesión y buen gusto por las tiendas de segunda mano le ha llevado a descubrir auténticos tesoros que llevaban años escondidos, perdidos o extraviados por el país. El francés compró hace un tiempo unas sillas que cree que podrían haber pertenecido a Maria Antoñeta pero actualmente, investiga su origen para confirmar si estas piezas también forman parte del patrimonio histórico de la realeza francesa.
Fotografía de portada | Paloma Contreras
En Decoesfera | Adiós a la casa de Antonio Banderas en Marbella. Fue construida en tiempos de Jesús Gil y acaba de ser derribada por no cumplir la ley de costas
En Decoesfera | Así es la casa de Mbappé en Madrid. Cuesta 11 millones, tiene 11 cuartos de baño y varias piscinas
Ver todos los comentarios en https://decoracion.trendencias.com
VER 0 Comentario