Era un balcón viejuno y sin vida hasta que esta reforma sin obras ha conseguido que lo utilice a diario

Las reformas siempre han sido un engorro cuando no tenemos espacio ni tiempo suficiente para tirar todo por los aires y modificar por completo ya sea el dormitorio, la cocina, el salón o, ahora en verano, el balcón. Si nunca hemos sido de salir a la terraza, probablemente esta se haya convertido en una especie de trastero o despensa personal donde depositar todo aquello que no nos cabe dentro de casa.

Sin embargo, un verano caluroso, nos incita a salir a ese pequeña vía de escape a leer, tomar una barbacoa por la noche o desayunar a primera hora de la mañana. Así, para hacer algo rápido y sin obras, lo mejor es seguir los consejos básicos de principiante y pasar de un balcón mal ocupado a uno de ensueño. ¡Sin gastar un pastizal!

Una reforma sin obras para el balcón

Un suelo vinílico, mobiliario al gusto y cañizo de ocultación que de sombra y aporte privacidad es todo lo que necesitamos para montar nuestro propio rinconcito de paz fuera de casa. Y es que, estos pequeños cambios consiguen grandes avances y una modificación visible de lo que antes era una cuna de trastos en un espacio limpio, aprovechado y agradable.

Además, si queremos incluir calidez y sosiego, estas lámparas solares a modo mesa o guirnaldas por el recorrido, es un toquecito especial, que no consume electricidad y ganan luminosidad en las noches de verano. Añade decoración con los cojines y plantas artificiales o resistentes al calor y firma por un verano en el balcón. ¡No querrás salir de aquí!

Imágenes | Vía @wiebkelea

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