Cuatro detalles que marcan la diferencia y pueden incorporarse en cualquier vivienda de forma sencilla y económica
Convertir una vivienda en un refugio cálido y agradable no siempre requiere grandes reformas ni presupuestos elevados. A veces, la clave está en entender el espacio, cuidar los detalles y tomar decisiones conscientes. Así lo demuestra Anneke Dijkstra (@by_anneke), arquitecta y creadora de contenido, que comparte los principios que aplica en su propia casa y que cualquiera puede adaptar fácilmente a la suya.
Desde la iluminación hasta el uso de plantas, Anneke Dijkstra defiende una decoración pensada para el bienestar diario, donde la funcionalidad y la estética van de la mano. Estos son los cuatro pilares con los que consigue que su hogar resulte acogedor, equilibrado y lleno de vida.
La luz como punto de partida
Para Anneke Dijkstra, la iluminación es el elemento más importante a la hora de crear un ambiente confortable. “Siempre utilizo bombillas con luz cálida, con una temperatura de color de 3000K. Creo que es la mejor opción para una casa acogedora”, explica.
Pero no se trata solo del tipo de bombilla. La arquitecta huye de la iluminación general y homogénea que proporcionan las lámparas de techo. De hecho, confiesa que casi nunca las enciende. En su lugar, apuesta por varios puntos de luz indirecta repartidos por diferentes rincones en lámparas de sobremesa, de pie o luces auxiliares que crean capas de iluminación.
El resultado es un espacio más íntimo y envolvente, donde la luz acompaña sin deslumbrar. “Realmente este es el truco más fácil para crear ese ambiente cálido que tanto nos gusta”, asegura.
Materiales y texturas que se complementan
El segundo gran secreto está en la elección y combinación de materiales. Anneke Dijkstra insiste en que no se trata de llenar la casa de objetos, sino de saber mezclar texturas de forma armónica.
En su propio hogar combina materiales naturales como el ratán con textiles suaves, por ejemplo, una alfombra de pelo largo y mullido. A esto se suman muebles especiales de madera, que aportan calidez visual, y cojines que refuerzan la sensación de confort.
“Al final no es poner muchas cosas, sino combinar bien las texturas”, explica. El contraste entre lo rígido y lo blando, lo natural y lo textil, es lo que construye un ambiente acogedor y equilibrado.
Menos ruido visual
Otro aspecto fundamental es el orden visual, especialmente en viviendas pequeñas. Para la arquitecta, ocultar aquello que no suma estéticamente es clave para que el espacio se perciba más amplio y sereno.
En su casa lo resuelve con soluciones prácticas y decorativas a la vez como una mesita auxiliar que en realidad es un puf con almacenaje para guardar mantas y objetos, muebles cerrados donde esconder lo que no es agradable tener a la vista y cestas de mimbre que cumplen una doble función. “Me encantan porque sirven para guardar mantas y, además, son un elemento decorativo más”, comenta.
Plantas en lugares neutros
Si hay un elemento que Anneke Dijkstra considera infalible, son las plantas. “Una planta da vida al instante, incluso en los espacios más neutros”, afirma. En su salón ha incorporado una planta colgante que aporta dinamismo, varios toques verdes junto al televisor y una protagonista indiscutible: la STRELITZIA de Ikea. “Es mi favorita, la compré en Ikea y la verdad es que se ha hecho súper grande”, cuenta.
Las plantas no solo decoran, también suavizan los ambientes, aportan frescura y conectan el interior con la naturaleza, algo esencial para lograr una casa más acogedora y habitable.
Fotografía de portada | Anneke Dijkstra
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