Noticias de Elding Oscarson en Decoesfera

Probablemente, la mayor aportación del movimiento moderno a la arquitectura ha sido el cambio en la percepción del espacio. Antes, el espacio no existía más que en las iglesias y las grandes obras. En los hogares, lo que había era una sucesión de estancias y nada más. Al principio, una habitación tras otra, luego aparecieron los pasillos… pero nunca se pensaba en las sensaciones que se dan en el ser humano cuando se estudia con detenimiento la comunicación entre diferentes salas y las dimensiones adecuadas para cada una.

Todo esto os lo cuento, porque la casa que os voy a mostrar es un buen ejemplo de tratamiento del espacio. Tanto por el tamaño de cada estancia como por las relaciones visuales que se establecen entre las diferentes zonas.

Hoy, en casas que inspiran: Townhouse. En cristiano, casa de pueblo.

La verdad es que cuando a uno le dicen “casa de pueblo”, lo último en lo que piensa es en una casa como la de las imágenes. A la mente vienen tejas, techos de madera, muros de piedra, ventanas de gruesa carpintería, muebles antiguos… pero por lo visto el dueño no quería nada de eso y el arquitecto, Elding Oscarson le diseñó esta maravilla. O eso, o el cliente le pidió algo tradicional y él, como es sueco, se hizo el idem, que los arquitectos somos muy nuestros.

Sea como fuere, el caso es que el resultado es digno de admirar, especialmente por el tratamiento de los espacios.

La casa está dividida en tres alturas. En la planta baja se encuentran, además del recibidor, una cocina, el comedor, un pequeño aseo, un patio y un pequeño estudio independiente. En la primera planta esta el salón y en la última se hallan el dormitorio, el baño y una terraza con vistas a la calle.

Lo interesante es ver como va cambiando el espacio de una estancia a otra, desde que entramos hasta que llegamos al último piso, así como a la comunicación —física y visual— entre todas ellas.

Al entrar aparecemos prácticamente en la cocina, aunque al lado amable, no en medio. Aquí el espacio está comprimido por la escasa altura del techo. Es lógico, acabamos de entrar en casa, queremos estar recogidos, sentirnos arropados por el hogar, y eso se consigue con espacios pequeños y acogedores, sin demasiada luz.

Desde la cocina pasamos al comedor. Aquí una gran ventana preside la estancia, realzando el espacio a doble altura. El comedor es un lugar social, necesita de un espacio amplio, donde la mirada pueda alejarse, tanto a otras estancias como al exterior. Es un lugar de alegría y fiesta, donde la luz juega un papel muy importante.

Desde el comedor se vislumbra, a través del patio, el pequeño estudio independiente. Un lugar de dimensiones reducidas, pero muy luminoso. Aislado del resto de la actividad de la casa, de forma que cuando vayas allí, desconectes del resto de preocupaciones del hogar y puedas concentrarte en tu trabajo.

Subiendo el primer tramo de escaleras llegamos al salón. Un espacio más privado que el anterior, en el que se combinan espacios de mayor altura con otros más recogidos. Las vistas tanto al comedor como al dormitorio hablan de esta dualidad, a mitad camino entre lo público y lo privado.

Al dormitorio se accede subiendo otro tramo de escalera. Una vez arriba, la sensación es la haberse alejado del mundanal ruido tras haber escalado una montaña. Estás en lo más alto de la casa y allí nada te puede molestar. Las vistas del dormitorio son al patio interior, calmado y sosegado, y en picado al salón, acrecentando esa sensación de estar alto y distante.

Cruzando una pasarela, al otro lado, se encuentra el baño. Es el pequeño oasis de placer que completa una última planta para desconectar del mundo. La pequeña terraza sirve para ampliar visualmente el espacio del baño y para transmitir esa sensación tan agradable de estar bañándote en el exterior, con la comodidad de estar en el interior.

De los materiales y el mobiliario empleados poco hay que decir, se limitan a no molestar a los auténticos actores de esta casa, que son la luz y, sobre todo, los espacios. Diseñados en su justa medida, adaptándose a las necesidades del uso y transmitiendo las sensaciones que el usuario necesita en cada momento.

Espero que no os haya aburrido demasiado esta pequeña lección sobre los espacios en la arquitectura y que hayáis disfrutado con esta nueva entrega de casas que inspiran.

Vía | minimalissimo

Fotos | Åke E:son Lindman

En Decoesfera | Casas que inspiran: Es Pujol de s’Era

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