Curv de Tiffany Roddis es otro de estos muebles que se han creado para ayudarnos a solucionar problemas de espacio en apartamentos pequeños, un mueble que puede servir para dos funciones totalmente opuestas sin más que cambiarlo de posición, las dos opciones posibles están presentes en la imagen sobre estas líneas y aclaran bastante bien la idea.
En la posición de la izquierda podemos ver como Curv sirve de mesa con taburete, perfecta para trabajar durante un rato, estudiar, escribir o estar con el ordenador, cuando nos cansamos de nuestras tareas, sólo tenemos que darle la vuelta para convertirlo en un rincón perfecto para el descanso, para leer, meditar o simplemente el relax. En cuanto al diseño hay otras opciones además del blanco con acolchado en azul que tal vez sean más fáciles de encajar en un salón y otras estancias.
En marrón posiblemente sea más fácil de coordinar con la decoración del resto del salón en la mayoría de los hogares, la cuestión es integrar el mueble en el conjunto del mobiliario, para que aunque mantenga cierto protagonismo por su diseño original, tampoco acapare toda la atención y sobre todo que no desentone, también podemos tenerlo en el dormitorio o en otro lugar, pero yo en el salón lo veo más práctico.
Sólo me queda la duda de si realmente será cómodo en ambas funciones, muchas veces los muebles multifunción tienen la pega de que si son buenos para uno de sus usos no lo son tanto para el otro, de eso se ha acusado siempre a los sofás-cama y a veces hay alguno que no llega a convencer en ninguna de sus utilidades y yo le veo a Curv el problema de que el asiento para el escritorio no tenga respaldo por un lado y por otro en mi opinión cuando se utiliza para descanso debería estar algo más reclinado, pero es una opinión personal y para asegurarse habría que probarlo.
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