¿Cansados de montar la mesa de siempre para celebrar la Navidad? ¿Quieres sorprender a tus invitados con una mesa diferente y sofisticada? No te preocupes, hoy vamos a darte unas cuantas claves para poner una mesa de Navidad con la que nadie quedará indiferente con esta mesa que hemos preparado en tonos azules y verdes en el Café Nolasco de Zaragoza.
Mantel ¿sí o no?
La pregunta del millón. Si la mesa es bonita, porque es de mármol o de una madera bonita, puedes optar por no ponerlo (tal y como hemos hecho en esta mesa). Bastará con mantelitos individuales o unos bajoplatos.
En caso de que pongas mantel, si quieres dar mucho protagonismo a la decoración de la mesa, este debería ser muy sencillito. Un mantel blanco de lino, o alguno con pequeñas filigranas. Para ponerlo, como regla general, el mantel tiene que colgar unos 30 centrímetros como máximo desde el borde de la mesa.
Elige el color de tu mesa
El rojo es uno de los colores tradicionales de la Navidad. Pero... ¿Y si elegimos otros colores para montar nuestra mesa? En este caso, hemos apostado por el azul y el verde para preparar esta mesa inspirándonos en Portugal. Unos colores sofisticados perfectos que mezclados con algún toque dorado son ideales para para deslumbrar a tus invitados. En esta gama cromática hemos elegido la vajilla (una vajilla handmade de Potteria Ceramica), la cristalería (las copas BICOS de Vista Alegre) y por supuesto, también la decoración.
Una decoración natural
Para preparar la deco, hemos apostado por una decoración natural, que en parte podemos reutilizar de la deco navideña que ya tenemos en casa. Como centro, un camino de mesa realizado con musgo que también hemos podido utilizar en el belén, en el que también hemos puesto unas bolas que normalmente colgamos en el árbol de Navidad. Para completar, elementos vegetales típicos de estas fiestas como el pinsapo o el eucalipto.
Utiliza piezas familiares
La Navidad es una época familiar llena de tradiciones, y por eso, siempre aconsejamos incluir en la mesa alguna pieza que sean de la familia. En estos casos, hemos utilizado unos candelabros dorados herencia familiar. Además, el dorado, combinado con la paniculata dorada, permite dar el toque de fiesta y glamour.
Un detalle para cada invitado
Como parte de la decoración, en cada plato hemos preparado un pequeño ramillete con pinsapo, paniculata dorada y plumas de pavo real. Si eres manitas, también puedes poner una etiqueta escrita a mano o con sellos de tinta para poner el nombre de cada comensal.
Las velas, imprescindibles
Aparte de los candelabros, en el camino de mesa formado por el musgo también se ha querido integrar velas pequeñas para crear una atmósfera mágica y confortable gracias a la calidez de la llama.
Un poco de dorado nunca está de más
Diseño y fotografías | La Lola se va de Boda