El estilo Dirty-Chic imita la decadencia de grandes villas, Manor House, palacios o casas solariegas. Espacios en los que reside la historia a través de la decoración. Hogares que no han sido rehabilitados, en los que cada nueva generación ha ido añadiendo un pedacito de su personalidad y de la estética que impera en ese momento.
Inspírate con el estilo Dirty-Chic y aprende a amar las imperfecciones. Una tendencia que viene este año con mucha fuerza. De la mano de Leroy Merlin, te descubrimos en qué consiste y cómo llevarla a cabo.
En qué consiste el Dirty-chic
Se basa en la decoración de las elegantes casas señoriales, aquellas que no han sufrido grandes reformas, solo las mínimas para hacerlas confortables y habitables. Mantienen la estructura y los elementos arquitectónicos originales, y es cuando paseas por ellas, que vas descubriendo, habitación por habitación, grandes momentos de la historia de la decoración, de la estética y del diseño.
Un hermoso fresco del siglo XV algo desconchado, una pared de piedra original un poco envejecida, llena de distintos tipos de manchas provocadas por goteras, humedades y otros accidentes, paredes de baldosa con alguna pieza rota...
Encontramos también delicado y floral papel pintado desgastado, un precioso espejo dorado que apenas refleja, o una brillante lámpara roja de metacrilato de los años 50. Alfombras persas junto con alfombras de fibras vegetales, un muñequito del naranjito, un busto de yeso, muebles de fibras naturales, una silla Eames, porcelana china, suelos de terrazo... ¿A que empiezas a visualizar la idea?
El estilo Dirty-Chic, también conocido como Rough Luxe, es la versión lujosa del campestre estilo Shabby Chic. Y para poder imprimir este aire original de las casas señoriales, tendremos que simular un look lujoso muy vivido, envejecido, áspero y tosco. Añadiendo, además, un toque romántico, decadente y evocador a través de las paredes con defectos, y de los muebles con historia.
Hogares con un aire algo desangelado, con un popurrí de objetos decorativos de todas las épocas. Y aunque de entrada pueda sonar algo incómodo, es todo lo contrario, ya que su objetivo principal es encontrar el máximo confort, calidez y originalidad posible en tu hogar.
Confort y calidez a través de las texturas, defectos y estampados
Uno de los objetivos primordiales de este estilo es añadir personalidad agregando un aire envejecido a las paredes, y también, a otros elementos decorativos. Se trata básicamente de añadir textura a las paredes, muebles y textiles.
Mezcla distintos tipos de efectos y texturas en un mismo espacio. Una pared forrada con papel envejecido, un paño con microcemento lleno de textura, otra con un estucado, un arrimadero de baldosa, o un muro revestido con lamas de madera.
Potencia los defectos, superpon los papeles pintados, deja las grietas y crea falsas manchas. No disimules los remiendos de cemento, deja los viejos cuadros, aunque parezcan pasados de moda, contrastarán mucho con el arte contemporáneo, las fotos o los grabados.
Finalmente acaba la estancia con tejidos de terciopelo en sofás, sillas y cojines, y llamativos estampados florales y tropicales aplicados en cortinas y sábanas. También queda realmente delicado añadir unos biombos de telas chinas, y muchos espejos de distintos estilos, colores y materiales.
Un estilo en el que prima la austeridad
Te preguntarás cómo el Rough Luxe es austero. Pues bien, el Dirty-Chic no es austero en su estética sino en conciencia, ya que para llevarlo a cabo, deberás recuperar objetos de tu pasado o del pasado de otros.
Rescatar piezas del rastro, muebles de tus padres, recuerdos de tu abuela, piezas de mercadillo... No es necesario que sean antigüedades carísimas, se trata de agregar algo de historia en el ambiente a través de objetos de otras épocas.
Con lo cual no estas consumiendo tanto, respetas más los recursos del planeta, reciclas un montón de piezas, remiendas lo viejo y conservas lo bueno. En definitiva el que tiene un hogar Rough Luxe es como si fuera un gran coleccionista.
Un popurrí de objetos de todas épocas y estilos
Un estilo que hace hincapié en tiempos pasados y también en el presente, en conservar los objetos con más personalidad, los más duraderos y bien hechos. No se tira nada, da igual que se pase de moda, si aún funciona.
Un estilo que se empeña en conservar y reciclar todo aquello que tenemos en nuestro entorno. Es por eso que para lograr este look deberás conseguir esta mezcolanza de estilos, a través de los muebles, pequeños adornos, paredes, materiales, colores y textiles.
Necesitaremos alguna pieza de inspiración francesa, algo de los clásicos del diseño industrial, muebles Mid-Century escandinavos, diseño vienés de principios del siglo pasado, piezas del Arts & Crafts o de la Escuela de Glasgow. También pondremos alguna lámpara de diseño, sin olvidarnos del mobiliario americano de los años 50 y 60 y, para acabar, objetos kitsch, a poder ser de procedencias orientales.
Pero, recuerda que no solo se inspira en el pasado, sino que es un estilo que va recolectando un poco de cada época, así pues con tener las piezas más relevantes o típicas de cada momento es suficiente.
Incluye toques lujosos y decadentes
En este tipo de hogares no pueden faltar los pequeños lujos. Una delicada ropa de cama de algodón egipcio o seda, una vajilla pintada a mano expuesta en una vitrina, algo de porcelana china, una buena alfombra persa o un sofá tapizado de terciopelo.
Además de añadir mucho arte en las paredes y esculturas por doquier. Fotografías familiares enmarcadas en bellos marcos dorados, retratos artísticas tamaño XL y obras de artistas contemporáneos o láminas de los grandes clásicos.
Procura mezclar lo viejo con lo nuevo, agregar arte, combinar colores, texturas y estampados, y dar protagonismo a las paredes y sus imperfecciones. Esta mezcla de tendencias creará una identidad propia y única.
Todo lo que necesitas para llevar a cabo esta maravilla de estilo, lo encontrarás en la página web de Leroy Merlin.
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