Una de las cosas que más nos gusta a muchos de nosotros de la celebración de la Pascua es el tradicional intercambio de chocolates. Huevos y monas de Pascua están presentes estos días en escaparates de confiterías y en muchas casas. Y así como el chocolate endulza siempre nuestras vidas, también puede endulzar nuestro hogar si llevamos su color a nuestras paredes.
Por ejemplo la firma de pinturas Alba, cuenta con once tonalidades relacionadas con el chocolate y el cacao que son: Chocolate Amargo, Bizcocho de Chocolate, Chocolate y Pimienta, Trufa de Chocolate, Chocolate Liviano, Rubor de Chocolate, Beso de Chocolate, Chocolate caliente, Chocolate con leche, Licor de Chocolate y Chocolate Claro. Es leer los nombres y le entra a uno el hambre.
El color tiene un poder transformador en nuestras vidas, provoca sentimientos positivos, nos hace ver el mundo diferente. Por ello invitamos a todos a que se atrevan a unir estas sensaciones en combinaciones adecuadas de tonos, capaces de crear espacios todavía más acogedores y únicos, tanto en la Pascua como también en todos los otros días.
Así explica Liliana Dabove, especialista en color de Alba, como las tonalidades marrones derivadas del chocolate crean una sensación de aproximación y calor. Además los marrones encajan bien con todos los estilos decorativos desde los clásicos, pasando por los románticos, hasta los más modernos. Y además los colores del chocolate siempre se pueden combinar y contrastar con otros tonos para crear ambientes diversos.
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