Llega el sol y nos ha cogido el toro, en la terraza sólo algunas plantas, y nada más, y empieza a apetecer pasar la tarde fuera. ¿Qué comprar? Es un dilema, hay que tener en cuenta que no siempre es verano, y que no está la casa (por eso de las hipotecas) para tirarla por la ventana, como mínimo unos muebles que puedan resistir al invierno y nos duren hasta el próximo verano.
Lo mejor son las maderas tropicales, tanto en verano como en invierno le dan un toque cálido a la terraza, siempre están de moda y resisten temperaturas muy variables y de una forma fantástica la humedad, además, en la mayoría de los casos, vienen tratadas para que no haya problemas con las plagas, pregúntale de todas formas a tu distribuidor para evitar este problema.
También son características del verano las fibras sintéticas trenzadas, todos estamos acostumbrados a verlos en las terrazas, imitan a las fibras naturales pero son más resistentes y duran más, además necesitan menos cuidados. Puedes intentarlo también con fibras naturales, pero suelen afearse en invierno y no resisten bien la humedad, además necesitan tratamientos constantes de limpieza.
La otra posibilidad es optar por materiales como el hierro forjado o el aluminio, pero no son materiales de verano, son frios, aunque más resistentes y sin tantos problemas de cuidados.