Llega un momento en que nuestro frigorífico de siempre alcanza el final de su vida útil. La rotura del compresor, el evaporador o el circuito electrónico, entre otros, hacen que plantearse una reparación más no salga a cuenta, y de inmediato nos ponemos a buscar un nuevo frigorífico que nos dure más ya de paso, nos ayude a ahorrar energía.
Este temido momento nos da la oportunidad, no obstante, de hacernos con un electrodoméstico de última generación (¿no lo hacemos con más normalidad con nuestro móvil?). Es el caso del LG Instaview Door in Door, que incorpora un compresor cuyo funcionamiento está garantizado durante dos décadas y además, cuenta con una puerta de cristal que nos permite ver el interior sin necesidad de abrir el frigorífico, con acceso directo a los caprichos habituales sin perder el frío del volumen principal (con todo el ahorro de energía que supone).
Y es que el frigorífico no es un electrodoméstico alternativo como pueda serlo el lavavajillas (siempre podemos fregar a mano); el horno, y hacer uso del microondas o el fuego; o instalar una vitrocerámica, en lugar de fuegos de gas. Necesitamos tener un frigorífico para conservar nuestra calidad de vida, y buscamos una que no nos obligue a hacer reformas de importancia en la cocina.
El tamaño es importante: cómo pasar de un modelo combi a un modelo americano sin echar abajo la cocina entera
Las cocinas españolas suelen tener modelos combi, pero podemos adaptarlas fácilmente a frigoríficos americanos
El mercado tiende cada vez más frigoríficos americanos, con mucho más espacio interior y mejores prestaciones, como ser capaces de ver el contenido del frigorífico sin abrir las puertas con solo hacer "toc-toc" sobre el cristal (Instaview, antes mencionado), o acceder a las botellas de agua sin necesidad de escapar frío gracias a su doble puerta (Door in Door).
Ocurre que en muchas ocasiones las cocinas españolas han organizado su espacio en módulos de 60x60 cm y 60x30 (fondo x ancho), por lo que se adaptan bien a un frigorífico combi y no tan bien a los modelos americanos. Eso no significa que no podamos reformar la cocina en busca de las prestaciones de los modelos americanos o las nuevas innovaciones en esta línea de electrodomésticos, especialmente con los nuevos modelos que vemos en el mercado.
Por fortuna (y normativa) el grueso de las cocinas han sido bien diseñadas dejando un espacio "libre" entre el actual frigorífico y el siguiente electrodoméstico para evitar que el motor realice trabajo extra. Junto al frigorífico solemos encontrar casi siempre una encimera con cajonera por debajo, más un módulo de armario por arriba. O bien un fregadero, aunque este suele encontrarse a cierta distancia (por facilidad de uso).
Si la encimera está bien calculada, los fuegos, el microondas o el horno deberían estar, como poco, a 30 cm del frigorífico. La mayoría de las veces, a la distancia de uno (60 cm) o dos módulos (1,2 m). Este espacio extra hace mucho más fácil la instalación de un modelo americano.
Algunos _trucos_ para adaptar cocinas
La pintura y vinilos para paredes, o los suelos vinílicos, pueden ahorrarnos una reforma
Cada cocina es única, y es posible que en el proceso de instalación del nuevo frigorífico hayamos tenido que mover algún electrodoméstico de una huella a otra. Esto es fácil con los cajones de una encimera y los fuegos eléctricos y algo más complejo con el fregadero. Por suerte, la toma de agua suele encontrarse en mitad de su huella y no en el extremo.
Pero el mover mobiliario suele dejar al descubierto superficies de la cocina ocultas: paredes donde no hay azulejos, partes del suelo de distinto tono… Una alternativa asequible es la de pintarlos. El uso de pintura no solo cubrirá las zonas de diferente diseño que hayan podido salir a la luz, sino también dará un toque de diseño a nuestros antiguos azulejos. Otra alternativa son los vinilos, tanto para paredes como para suelos, aunque requiere de superficies rectas.
Algunos frigoríficos americanos de diseño antiguo disponen de toma de agua para su salida de hielo. Sin embargo, los nuevos modelos, como el que analizamos a continuación, disponen de un depósito fácilmente extraíble de cuatro litros que nos evitará quebraderos de cabeza. Las cocinas españolas no están adaptadas con una toma de agua para el congelador.
Las prestaciones e innovación de los nuevos frigoríficos
Cada vez que abrimos las puertas, gastamos energía eléctrica
Si destacamos los modelos americanos frente a otros tipos de frigoríficos (combi, francesa, una puerta, bajas...) es debido a las innovaciones dentro de estos, cuyo ancho permite el avance en tecnologías en las que otros tipos se quedan cortos, precisamente por falta de espacio. En la punta de flecha de la innovación encontramos frigoríficos que nos permiten observar el interior y comprobar su contenido sin necesidad de abrirla.
Teniendo en cuenta que acostumbramos a abrir las puertas unas 66 veces diarias y que 32 de ellas son completamente prescindibles, supone un ahorro energético considerable. Algunas de estas aperturas innecesarias son debidas a:
- Buscar un alimento sin saber previamente dónde se encuentra, algo que podemos comprobar primero a través de un cristal.
- Buscar algo que puede que ni siquiera esté dentro , y que encontraremos en la fresquera, en la despensa o en un armario.
- Hacer _inventario_ para completar la lista de la compra, dejando abierta en el proceso la puerta durante minutos.
El frigorífico LG Instaview Door-in-Door permite _llamar_ ("toc, toc") a ese cristal exterior para que se ilumine el interior del frigorífico. Esto supone un ahorro energético considerable, que ayuda tanto a nuestro bolsillo como al medio ambiente, y que además aporta un toque de estilo a nuestra cocina en el proceso.
Junto a esta tecnología hay otra superpuesta. La puerta del frigorífico dispone de una segunda puerta que da acceso a un espacio parcialmente aislado del resto del volumen principal. Es la doble puerta Door in Door, y nos permite almacenar aquellos alimentos y bebidas que suelen tener más uso, como las botellas de agua. Esto aumenta de manera considerable la eficiencia global del electrodoméstico.
Replantearse la cocina para aumentar su eficiencia (y reducir el coste eléctrico)
En algunos casos nos conviene replantearnos la cocina tal y como está
La eficiencia energética es un factor que se ha puesto en valor hace relativamente poco, y no es para menos. El cambio climático y la sostenibilidad han cobrado importancia junto al ahorro económico que supone la tecnología más avanzada. En el caso de la LG Instaview Door-in-Door, su compresor lineal permite ahorros de hasta un 32% de energía. Pero podemos llevarlo más allá con una buena distribución de la cocina.
El final de tu antiguo frigorífico puede ser la excusa perfecta para replantearse la cocina y buscar algo más de eficiencia energética a largo plazo. Como hemos comentado, la mayoría de las cocinas de nuestro país están bien diseñadas, y fueron instaladas en la cara norte de las viviendas. Es decir, no vamos a mover la cocina de lugar dentro de nuestro domicilio, pero podemos trabajar para reducir la factura eléctrica como:
- Instalar el nuevo frigorífico en un lugar donde no dé directamente la luz del Sol. Cuanta más radiación solar incida sobre él, más trabajo tendrá que hacer el motor para mantener la comida a la misma temperatura.
- Dejar espacio entre el nuevo frigorífico y el horno o la vitrocerámica, que también son fuentes de calor. Si el aire exterior está más caliente, la diferencia térmica (y el gasto energético) será mayor.
- No dejar el nuevo frigorífico completamente empotrado, ya que necesitan una cámara de aire trasera para evitar el sobrecalentamiento.
El innovador LG Instaview Door-in-Door no solo supone un diseño rompedor y una estética atractiva para tu nueva cocina, sino que ha demostrado ser un frigorífico realmente útil orientado a los nuevos valores de respeto por el medio ambiente y el ahorro familiar.
Transformar una cocina no es algo sencillo, aunque existen prestaciones en los electrodomésticos por las que merece la pena replantearse el uso del espacio. Como poco, para dar acogida a un nuevo frigorífico A++.
Imágenes | Csaba Nagy, Cocina Verde 1 (CC BY 2.0)