Seguimos curioseando en casas de famosos, y esta vez le ha tocado el turno a las gemelas más conocidas de nuestra era: Mary Kate y Ashley Olsen, que han puesto a la venta su casa del West Village de Nueva York a través de la inmobiliaria Corcoran. Esta casa se vende por unos doce millones de dólares, que al cambio serían unos 10 millones de euros.
El ático de las gemelas tiene doce habitaciones y cuatro baños, y según explica la inmobiliaria, lo que hicieron las hermanas fue juntar cuatro pisos que compraron a la constructora y de ellos hicieron sus propios planos. El resultado es un ático de cerca de 550 metros cuadrados, "uno de los más grandes en venderse en el West Village", en palabras de la inmobiliaria. La casa, además incluye su propio ascensor, unos ventanales con unas vistas preciosas a la bahía del Hudson y varias chimeneas. No podía faltar un vestidor de proporciones gigantes desde el que incluso se puede ver la estatua de la libertad.
Yendo a lo que nos interesa, que es la decoración, vemos cómo las gemelas tienen un estilo minimalista, que se puede ver en la simplicidad de los muebles, aunque como se ve en la fotografía de una de las habitaciones, no renuncian al color. En el salón han creado varios ambientes, y mi favorito es el rincón que podemos ver en la imagen superior, donde se ha creado intimidad situando estratégicamente dos sofás junto con tres puntos de luz indirecta para suavizar las sombras. Una alfombra persa completa un conjunto del que, a buen seguro, no podrán escapar las visitas.
Para la cocina, las gemelas optaron por poner una isla en el centro con una gran encimera y que toda la estancia quedara libre. Se aprovecha más así el amplio ventanal, por lo que no hay que renunciar a las espectaculares vistas mientras se cocina. Por supuesto no se ha renunciado a una buena iluminación, y la lámpara del techo a buen seguro que ayudará a los cocineros a ver los alimentos mejor sin renunciar al minimalismo.
No quería terminar sin enseñaros dos de los doce dormitorios de la casa. En el primero vemos cómo han optado por colores vivos y alegres para lograr un resultado atrevido. Se ha pintado una de las paredes de fucsia para atraer todas las miradas y se ha combinado el resto en naranja. La moderna silla-burbuja es uno de los must de esta temporada, y toda casa moderna que se precie tiene la suya, que aquí se complementa con un cojín con la bandera inglesa. La otra habitación es más sobria y se ha decorado siguiendo la tónica de la casa en tonos blancos. Aquí no hay alfombras pero sí que vemos cómo la pared en la que se quiere poner el énfasis es también de otro color, que en este caso es gris azulado.
La casa sigue a la venta, así que si ahorráis, os la podéis llevar.
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