Muchas veces los colores pasan desapercibidos y no somos conscientes de la influencia que sobre nosotros ejercen, pero está demostrado que influyen en nuestro estado de ánimo por lo que de ahí la importancia de en nuestra casa rodearnos de color, aunque eso sí, teniendo en cuenta el uso que le vamos a dar a cada estancia, solo de esa manera acertaremos a convivir con el color plenamente en nuestro hogar.
Todos sabemos que simplemente cambiando el color de una habitación podemos darle armonía creando una atmósfera de paz, darle un punto vibrante, hacerla más amplia o incluso iluminar una estancia. Hoy vamos a ver algunos trucos de cómo cambiar nuestra casa solo con el uso del color y llenarla de energía.
Elegir y combinar bien los colores no es fácil, se necesita gusto y sensibilidad para dar con una gama de colores que funcione, para ello se requiere práctica y alguna vez que otra equivocarnos.
Para acertar con los colores lo ideal no es pensar en ellos de antemano, sino imaginarnos la atmósfera que queremos conseguir, ya que la gama de colores es muy amplia y nos sentiremos desbordados ante tanta oferta.
Una vez que tenemos claro que tipo de ambiente necesitamos, relajado, vibrante, social, para favorecer el sueño o el estudio, tendremos que considerar si ese cambio lo vamos a realizar solo con pintura, muebles u otros elementos como por ejemplo flores y plantas, así nos fijaremos en la gama cromática o lo que se llama teoría del color.
La teoría del color
Estos son unos principios básicos para la mezcla de tonos que nos permiten ver como armonizarán entre ellos. Observando el círculo cromático tendremos con un solo golpe de vista cuál es la armonía de un tono con el resto de colores, si funcionan bien juntos y nos resultan agradables a la vista.
En la rueda de color vamos a encontrar tres colores primarios, el rojo, el azul y el amarillo y otros tres secundarios, el violeta, el verde y el naranja, que son colores que obtenemos a partir de los primarios.
También observamos seis colores intermedios, muy importantes en la decoración pues permiten crear ambientes armónicos.
A la hora de decorar podemos optar por elegir un solo color y a partir de este obtener otros en diferentes tonos. De esta manera conseguimos una decoración clásica y elegante, aunque un poco plana.
Otra opción es combinar un color principal con otros dos o tres cercanos en la rueda de colores, al ser próximos vamos a obtener una decoración armónica. Por lo general se usará un color primario para las paredes y después los complementos en los otros colores elegidos.
La tercera opción sería combinar y hacer un contraste en tres colores básicos o primarios con colores neutros como el blanco, beige o gris, suavizando al tono primario y creando ambientes elegantes y serenos.
Por último, la opción más arriesgada sería combinar colores complementarios, es decir elegir dos colores opuestos en la rueda de color y combinar estos con muebles neutros de madera o metal
El color en la decoración ¿Cómo influye en nuestro estado de ánimo?
El color amarillo
El color amarillo capta la luz y los rayos del sol, y como éste llena de energía cualquier estancia donde se coloque, pero un amarillo fuerte es demasiado potente para pintar una habitación como color de base y debemos reservarlo para una zona o bajarle unos tonos usando colores más suaves de esa gama cromática.
Esta indicado para estancias como cocinas, comedores o baños, lo ideal es reservarlo para estancias comunes pues estimulan la actividad y no usarlo en dormitorios, sobre todo de los más pequeños, pues pueden influir en su sueño y estado nervioso.
Si queremos introducir este color de forma muy sencilla, pero efectiva, os recomendamos elementos vegetales como por ejemplo con plantas con flor, en este caso nada mejor que recomendaros una begonia elatior amarilla.
El color rojo
Está demostrado que el color rojo eleva el nivel de energía en una habitación, elevando la tensión sanguínea, la respiración y el ritmo cardiaco, despertando nuestra fuerza psíquica. Por estas características, no es un buen color para el dormitorio, ya que no es relajante, sino todo lo contrario, tendrás necesidad de movimiento en el interior de una habitación pintada con ese color.
Como el rojo estimula nuestros sentidos, una buena opción, si eres amante de este color ,es destinarlo para el comedor, pues en una habitación así se aumentará nuestra sensación de apetito, como es más complicado este color para muebles y complementos ¿por qué no pruebas a colocar en distintos rincones alguna planta de la variedad anthurium? Con sus flores rojas inundará tu estancia de color
El color azul
El azul representa la paz y la confianza, inspira tranquilidad y propicia la relajación tanto física como mental. Es por ello que se recomienda para dormitorios y baños, aunque un azul pastel puede resultar demasiado frío si la habitación recibe poca luz natural, por lo que es conveniente equilibrarlo con mobiliario en tonos cálidos así como con telas acogedoras.
El azul celeste o turquesa es ideal para zonas de reunión como salas de estar, cocinas grandes donde propiciará la relajación en las áreas sociales, sin embrago no es apropiado para oficinas en donde se precise trabajar intensamente.
Y si colocas preciosas orquídeas azules de la variedad Phalaenopsis tintada, tu estancia se verá inundada de este color.
El color verde
Es considerado el color más relajante para nuestro vista. Mezcla del refrescante azul y el juvenil amarillo, el verde es un color adecuado para cualquier estancia de la casa. Lo suficientemente relajante, pero a la vez cálido, es ideal para cocinas, salas de estar y dormitorios.
Es también considerado el color del crecimiento por lo que resulta muy adecuado para habitaciones infantiles y decorar cuartos para los pequeños de la casa.
Además es muy sencillo con plantas dar un toque verde a cualquier estancias. Elige variedades de verde intenso, como palmeras o helechos que aportarán frescor a tu habitación.
El color rosa
Este color provoca calma en el entorno donde lo dispongamos. Adecuado ya como un clásico para los dormitorios infantiles de las niñas, en el de un adulto refleja un cierto grado de inmadurez y estados de ánimo hiperemocionales.
Se debe de usar en espacios bien iluminados pues es considerado como un color frío, así como en combinación, si optamos por un rosa palo o envejecido, de textiles con flores o papel pintado o plantas como el rosal mini que aportarán un punto romántico a cualquier estancia donde se coloquen.
El color naranja
Provoca emoción, entusiasmo y te llena de energía, por lo que es ideal para un a habitación donde hagamos ejercicio, pero inadecuado para dormitorios donde buscamos un ambiente relajante.
No se debe de emplear en habitaciones pequeñas pues tiende a reducir su tamaño, sin embargo combina muy bien en ambientes con muebles de madera, asociándose con ella, así como para revalorizar un ambiente rústico y espacios de líneas mediterráneas.
Si lo que queremos es dar unas pinceladas de este color a nuestra estancia nada mejor que con plantas de flor como las <a href="http://bs.serving-sys.com/BurstingPipe/adServer.bs?cn=tf&c=20&mc=click&pli=12194609&PluID=0&ord=%%CACHEBUSTER%%>begonia elatior naranja, resistente y duradera y que no exige muchos cuidados o composiciones con las coloristas bromelias.
El color marrón
Es el color que más seguridad, protección y abundancia material nos provocará. Es un color que significa equilibrio, y genera un ambiente de comodidad. En el salón resulta acogedor y en el comedor ayudará a la digestión y se comerá mejor.
Para esta gama de colores nada mejor que elementos vegetales que recuerden la tierra como por ejemplo composiciones con plantas crasas en macetas de terracota o zinc, que aporten un sutil punto colorista, pero no demasiado marcado.
Ahora ya conocéis un poco más cómo influye el color en nuestra decoración, solo queda ponerse manos a la obra y decidir ¿con qué color identificas más tu personalidad?
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