Como ya sabéis, sigo indagando en busca de inspiración para la habitación de mi pequeña. He visto en estos años de Decoesfera toda clase de ambientes para niños pero lo que más predominaba era la ñoñería. Huyendo precisamente de esa ñoñería me he encontrado con esta habitación infantil llena de luz que os traigo hoy y que seguro que a vosotros también os inspirará.
Los colores que predominan en este cuarto son el gris de las paredes junto con el amarillo y el azul turquesa. Vaya, los colores de moda que todos queremos tener en nuestros cuartos. La cama, de aire antiguo, se ha pintado de blanco para que no desentone con el resto de la estancia, más moderna y sobre ella se ha colocado un banderín que nos va a dar los tonos que va a haber en el resto de la habitación.
Fijaos cómo hay coherencia en todos los elementos que vemos en la primera imagen, desde la mesilla a los juguetes que hay en las estanterías, cualquiera diría que solo se compraron por su función estética y no para que un niño de verdad jugara con ellos. La mesilla, en amarillo apagado, hace juego con el cambiador lleno de cajones donde guardar las cosas de los dos peques que habitan este espacio.
En la otra pared podemos ver la cuna del segundo peque que sigue con el estilo del resto del cuarto. La jirafa gigante me encanta, pero no acabo de verle la utilidad más allá de que se llene de polvo ya que no tiene pinta de que se pueda jugar con ella fácilmente. En cuanto a los aciertos, me encanta la mecedora, y sobre todo el detalle de que vaya acompañada de un puf para los pies y una mesita para dejar el biberón, ya que no siempre hay espacio para posarlo y las madres acabamos haciendo cosas muy raras.
En conjunto, me gustan los tonos elegidos y la disposición de los muebles e incluso los juguetes. Este dormitorio infantil lleno de luz me convence, ¿a que vosotros también queréis que este niño os invite a su casa?
Imágenes vía | Apartment Therapy
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