La verdad es que los niños crecen y se nos va el tiempo sin pensarlo. Lo que ayer era una habitación perfecta para un bebé hoy se ha quedado pequeña porque tienes a una princesita correteando por toda la casa. Quiero proponeros algunos trucos sencillos que pueden hacer que la habitación de los niños crezca al mismo ritmo que los pequeños sin tener que invertir grandes cantidades en decoración.
En primer lugar, compra muebles que sean lo más neutros posibles. Apuesta por patrones de colores que resistan bien el paso de los años: blancos, verdes, azules, amarillos. Recuerda que es más barato repintar las paredes (de todas maneras vas a hacerlo con cierta frecuencia) que amueblar una habitación entera.
Siempre que puedas utiliza muebles convertibles. Son un poco más caros al principio, pero a la larga la inversión te será muy útil porque crecen con el niño y lo que hoy es una cuna, mañana será una cama con armario y escritorio. Ya hablamos de ellos aquí hace unos meses.
Utiliza vinilos mejor que pósters para las paredes, ya que marcan la personalidad de una habitación y son bastante baratos y limpios de cambiar conforme cambien los gustos del pequeño como ya hemos visto en Decoesfera. No descartes los pósters de todas maneras.
Según vaya cambiando el niño, pregúntale su opinión, ya que esta es la mejor manera de acertar.
Para cualquier cambio que vayas a hacer piensa antes de nada en la seguridad del niño: que no pueda autolesionarse con los elementos decorativos: ojo a la altura de las estanterías y a la situación de los enchufes y cables.
Utiliza algún elemento donde el niño pueda guardar los juguetes después de jugar. Son útiles las estanterías, pero a mí me gusta más la opción de los baúles porque son más fáciles de alcanzar a cualquier edad.
Imagen vía | Micuna En Bebés y más | Especial decoración de niños