"Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana..." Este vídeo me ha llevado a recordar cuando vi por primera vez ""La guerra de las galaxias". Héroes aparte, me fascinaban esas puertas que se abrían al paso de las tropas imperiales en sus frenéticos recorridos por la Estrella de la muerte. Al cabo de los años, fuimos llegando al futuro, ya que en cualquier oficina o supermercado encontrábamos puertas similares, sin necesidad de ser una Princesa Leia urbana o un Han Solo de provincias.
El invento en cuestión, da una vuelta de tuerca a las puertas automáticas ya que la apertura de la misma se ciñe a la figura del cuerpo. Pero claro, si te acercas demasiado deprisa, corres el riesgo de dejar tus facciones estampadas contra sus dinámicas lamas, ya que la puerta se toma su tiempo para adaptarse a la silueta. La idea viene de Japón y funciona con unos sensores de presencia que miden la cercanía de los cuerpos.
En el debate abierto en Internet sobre su utilidad, se llega a la conclusión de que ayuda a mantener perfectamente climatizadas las estancias, ya que se mantiene abierta por un breve espacio de tiempo y nunca se abre por completo. En realidad, parece que la verdadera intención de sus inventores es reducir la entrada de polvo en estancias como las salas limpias industriales.
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