Lo confieso: soy una lectora impenitente y en cuanto me descuido, vuelvo a casa con libros nuevos. Ya veis, un vicio no siempre barato que al final acaba pasando factura (a final de mes, concretamente). El problema se convirtió en algo decorativo cuando empecé a notar que no tenía espacio en casa para almacenar tantos libros y, aunque algunos pude venderlos a librerías de segunda mano de mi ciudad, no puedo deshacerme de todos ya que cada uno tiene su pequeña historia.
La solución la he encontrado en Apartment Therapy, hogar de buenas ideas siempre y es transformar el marco de un espejo en improvisada librería. No sólo conseguiréis dar más amplitud a la estancia con los reflejos, sino que además duplicareis la belleza de lo que pongáis en esta estantería, ya sean libros, velas o flores. Aquí además tiene una solución con bonus, ya que en el mismo post explican cómo ayudaron a dar más amplitud a la habitación simplemente pintando el marco, que en principio era oscuro, de color amarillo.
Vía | Apartment Therapy
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