Me acabo de enamorar, quiero este taburete y lo quiero para ya, desde siempre me han fascinado los relojes de arena, creo que ya os lo he contado alguna vez, tengo un par de ellos en casa y cuando paso por delante siempre les doy la vuelta, pero tan grandes como este ninguno y la verdad es que me encantaría, tanto para el salón, como para el dormitorio, incluso como mesita auxiliar o de noche, no solo como taburete.
Además un reloj así también es ideal para el dormitorio de los niños, puede ayudarnos a explicarles lo que es el tiempo y como se mide, sin duda un reloj de arena es mucho más fácil de entender que uno de agujas para un niño y el digital aunque es muy sencillo, tiene mucho menos encanto. Lo hay disponible en dos colores, blanco y azul.
Yo puestos a elegir me quedo con el blanco, aunque el azul también es muy bonito y además si el color no nos convence siempre podemos pintarlo en otro tono de nuestra elección, al fin y al cabo lo más importante es lo del medio, solo le encuentro un inconveniente, como se rompa y se desparrame toda esa arena, al que le toque limpiar no le va a hacer mucha gracia, ya cuando se rompe uno pequeño mancha un montón... por lo demás una idea excelente.
Vía | DigsDigs Más información | Wisteria En Decoesfera | Una lámpara inspirada en un reloj de arena
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