Está claro que actualmente tenemos una impresionante gama de timbres para la puerta principal con todo tipo de melodías, pero nadie me negará el encanto de un llamador o aldaba en mitad de la madera.Reconozco una fijación por estos pequeños (o grandes)objetos, que no son meramente decorativos, aunque últimamente ya he estado en dos casas en el campo con paredes que lucían espectaculares colecciones de llamadores.
Desde los enormes, tipo castillo, adornados con cabezas de león, hasta las clásicas manitas, o mejor dicho puños, existe una variedad infinita de llamadores, decorativos y útiles, porque funcionan siempre, de entre todos los que he encontrado, me han encantado estos que os traigo hoy, muchos son fáciles de encontrar en anticuarios o chamarilerías, otros, más modernos en tiendas de decoración o en ferreterías.
En España, se conservan todavía muchas puertas de iglesias y de casonas con sus aldabones en pleno uso. Y con reminiscencias árabes ya que podemos encontrar en muchos de ellos caracteres de esta época. La forma más antigua y también más usual fue la de argolla facetada, suspendida bien de una anilla bien de una cabeza de león o grifo que se destaca en el centro de una placa circular o un cono cuya base está sobre la puerta.
Una puerta con aldabón invita a ser visitada, trae recuerdos de otras épocas, cuando las visitas se hacían un día a la semana y los viejos llamadores no cesaban de caer, golpeando una y otra vez con su sonido metálico.
¿Os gustan las aldabas y los llamadores?
Fotos| Puertas con vivencias En Decoesfera | Detalles originales para sujetar puertas