Hay que ver como son los mafiosos, que se toman la molestia de escoger un caballo, serrarle la cabeza y entrar en dormitorio ajeno para dejarla como “regalo” en la cama de un magnate de Hollywood. Todo sutileza, sí... Así acabó Khartoum, un fabuloso caballo de carreras, en la más conocida novela de Mario Puzo, y ahora lo vemos en versión almohada-cojín para disfrute de auténticos mitómanos de la saga de El Padrino.
A diferencia de la original, esta cabeza equina no chorrea sangre y es de peluche, por lo que hay que decir que da mucho menos miedo de lo que podría parecer. Se vende con o sin relleno, y se puede comprar por Internet, aunque el precio para Europa se ve incrementado casi al doble por los gastos de envío, unos 50 euros en total.
También puede ser un buen regalo, pero no sabemos como se puede interpretar el hecho de recibir una cabeza de caballo, ya que está cargada de simbolismo. Lo que está claro que es uno de esos objetos más gamberros que decorativos, que a muchos les encanta tener en sus casas para vacilar solos, o en compañía de otros.
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