Adiós al alicatado: Cómo ahorrarte entre 1500 y 2000 euros al renovar la cocina, según este experto en reformas

Cuando pensamos en reformar la cocina, la primera imagen que suele venirnos a la cabeza es la de una obra interminable, escombros por todas partes y un presupuesto que se dispara sin freno: los muebles, azulejos, tiradores... Pero Alejandro Ortiz (El Excel de Alex), experto en reformas y apasionado de las soluciones prácticas, lo tiene claro, y no hace falta meterse en un gran lío para transformar completamente esta estancia del hogar. 

De hecho, su consejo es tan sencillo como sorprendente: no alicates la cocina, y verás cuánto ahorras. Y es que según Ortiz, con unas cuantas decisiones inteligentes y un enfoque más estético que estructural, podemos conseguir una cocina totalmente renovada, moderna y funcional, por solo una fracción del coste que supone una reforma tradicional.

Un “lavado de cara” que hace magia

“Lo primero que recomiendo a mis clientes es empezar por lo que yo llamo un lavado de cara”, nos cuenta Ortiz mientras repasa ejemplos reales de cocinas que ha renovado sin levantar un solo azulejo. ¿En qué consiste exactamente?

• Pintar los azulejos con esmaltes especiales que resisten la humedad.
• Poner suelo vinílico directamente sobre el existente, sin necesidad de levantar nada.
• Cambiar la encimera, sustituir los tiradores de cajones, actualizar las luminarias, y renovar enchufes o interruptores con diseños actuales.
• Incluso cubrir las puertas de los armarios con vinilos adhesivos de acabado madera, mármol o colores lisos, según el estilo deseado.

Una buena paleta de colores, un vinilo bien elegido y una encimera que contraste con los muebles, y voilà: cocina renovada en pocos días, sin obras y con un presupuesto que no hace temblar la cartera.

¿Y si hay que reformar de verdad? También hay trucos para ahorrar

Ahora bien, si se trata de una reforma más completa —quizá porque es necesario cambiar fontanería o electricidad—, Ortiz insiste: no es obligatorio volver a alicatar toda la cocina.

Aquí entra en juego su segundo consejo estrella: reforma de tripas, pero con cabeza. “La mayoría de las instalaciones se encuentran detrás de los muebles”, explica. “Si quitamos los azulejos solo para cambiar grifería o cableado, lo hacemos en zonas que luego no se ven. Así que, en lugar de comprar y colocar nuevos azulejos, podemos aplicar mortero, que es mucho más barato”.

Además, en lugares como los enchufes que quedan ocultos por encima de los muebles, se puede cubrir con vinilo o incluso con el mismo material de la encimera, logrando uniformidad visual sin añadir costes innecesarios.

Menos azulejo, más pintura

Otra gran diferencia con respecto al baño es que la cocina no necesita estar alicatada de arriba abajo. Alejandro lo tiene clarísimo:

• Basta con poner azulejo en la zona del peto (entre la encimera y los armarios superiores).
• También es conveniente proteger con cerámica las zonas detrás del fregadero o los fuegos, donde hay más humedad o grasa.
• El resto puede ir perfectamente pintado, siempre que se usen esmaltes lavables y resistentes al calor.

Esto no solo reduce el coste, sino que abre un abanico de posibilidades estéticas: colores suaves, tonos contrastados, detalles en papel vinílico o incluso murales decorativos.

Reformas sin dramas... y con estilo

La visión de Alejandro Ortiz es clara: renovar una cocina no tiene por qué ser un proceso caótico ni prohibitivo. Con planificación, buen gusto y un enfoque práctico, cualquier cocina puede modernizarse y ganar en estilo sin vaciar la cuenta bancaria.

Fotografías | Alejandro Ortiz

En Decoesfera | El mágico resultado de esta cocina de alquiler después de una reforma express y económica

En Decoesfera | Este baño estaba enmoquetado y era feo como un dolor de muelas: vivió una transformación radical y ahora yo querría tenerlo en mi casa

En Decoesfera | La fantástica reforma de esta cocina es el mejor ejemplo de cómo podemos renovarla nosotros mismos sin gastar un pastizal