Hay edificios que ya antes de su restauración ofrecen grandes posibilidades por su situación, por su entorno, por su tamaño, por su forma, por su distribución o por los materiales con los que están construidos y sin duda esta iglesia del siglo XIX en Londres, ahora convertida en vivienda es uno de ellos.
La casa tienes unas terrazas y jardines fantásticos a su alrededor, pero además es alegre y colorista gracias al mobiliario que se ha colocado dentro. En lo que a decoración se refiere tiene detalles modernos que contrastan con otros de estilo vintage que tienen especial protagonismo en la cocina.
En la foto sobre estas líneas podéis ver uno de esos jardines de los que os hablaba, que se comunica de forma directa con el interior de la casa y que aunque es pequeño resulta acogedor y une la vivienda de forma directa con la naturaleza. Un rincón ideal para una comida informal o para un rato de trabajo o lectura al aire libre.
Y una vez dentro mpezamos por el salón, una de las zonas más alegres de la casa. Ya sé que a muchos no os gusta que se juegue con la disposición de los libros con intención puramente decorativa, pero yo no veo nada de malo en ello y en este caso gracias a ellos se consigue un gran efecto de alegría y energía. Otra cosa que me encanta es la alfombra en blanco y azul de rayas, muy veraniega.
Seguimos por la cocina, donde predominan los elementos de estilo vintage y retro. Algunos son especialmente destacables como la mesa y las sillas, todas ellas diferentes entre si y cada una más bonita que la anterior y la lámpara, sobre ellas, en color rojo, que pone la nota alegre y de color en este ambiente.
En la planta superior nos encontramos con esta terraza en madera que me gusta tanto o más que el jardín de piedra de abajo. Claro que para mantener esto así de bonito hay que saber cuidar las plantas y dedicarles tiempo, pero pudiendo hacerlo o teniendo a alguien que lo haga... no puede haber un rincón mejor en el que disfrutar de un ratito de descanso en estas tardes de primavera.
Y a punto de terminar echamos un vistazo a la zona más privada de la casa, los dormitorios y los correspondientes cuartos de baño que son igual de maravillosos que el resto. Aunque la casa está llena de color, el color blanco es el gran protagonista en la mayoría de sus estancias y hace que estas resulten muy luminosas.
También en el baño predomina el blanco y hay amplitud en el espacio igual que en las otras zonas de la casa. Solo tengo mis dudas en cuanto a mantenimiento y durabilidad, poco azulejo, mucha pintura y mucha madera... la humedad puede ser un problema con el paso del tiempo. Pero quitando ese pequeño detalle que se resolverá cuando corresponda si es el caso, a la casa en su conjunto yo le doy un diez. Y vosotros, ¿qué nota le ponéis?
Vía | Fokal Más información | The Modern House En Decoesfera | Casas poco convencionales: viviendo en una iglesia en los Paises Bajos