Un gesto pequeño puede cambiar la manera en que miramos los objetos del hogar. Las cortinas de baño, esas piezas olvidadas que solemos reemplazar sin pensar, pueden convertirse en auténticas aliadas decorativas. Aunque la tentación sea desecharlas, un material resistente y fácil de limpiar abre un abanico de posibilidades para darles una segunda vida.
Pocas cosas sorprenden más que descubrir cómo una insulsa cortina de ducha puede transformarse en un mantel, una bolsa reutilizable o incluso una alfombra para mascotas. Además de ahorrar dinero, reutilizar materiales plásticos o textiles permite añadir un toque creativo y personal a cualquier espacio del hogar.
Una bolsa impermeable
Con tijeras y un poco de ingenio, una cortina vieja se convierte fácilmente en una bolsa impermeable para compras o almacenamiento. Basta con cortar rectángulos, añadir asas de tela y reforzar los bordes con costura o pegamento resistente. El resultado: un accesorio práctico, duradero y lavable, ideal para transportar la ropa del gimnasio o guardar juguetes mojados después de la piscina.
Un poncho de viaje o de peluquería
Las actividades al aire libre también se benefician de esta reinvención. Cortando un orificio central y ajustando los laterales con velcro, se obtiene un poncho improvisado para días lluviosos o excursiones, también para guardar en la maleta de los viajes. También, como poncho de barbería para cuando nos cortamos el pelo en casa.
Protector de sillas de jardín
Algunos incluso lo usan como protector para mochilas o sillas de jardín, demostrando que la funcionalidad no está reñida con la estética. En este caso, las necesidades de montaje son más bien escasas y basta con ensamblar las partes.
Cubresuelos
En casa, las cortinas recicladas se convierten en una capa de protección ideal para suelos o mesas durante tareas de bricolaje, pintura o manualidades. Sirven para evitar manchas de pintura o mantener limpios los muebles en una mudanza. Estos materiales plásticos resultan más eficaces que los plásticos finos tradicionales por su resistencia y flexibilidad, además de ser más firmes.
Funda para guardar tus zapatos
Para almacenar los zapatos en casa y que no generen polvo por todo el mueble zapatero, las cortinas usadas son también un gran aliado. Esta manualidad puede hacerse de forma muy rápida y sencilla y solo tiene ventajas.
Funda de bicicleta
Otra opción sencilla es fabricar fundas impermeables para bicicletas, cajas o estanterías. Solo hay que adaptar el tamaño del recorte y fijarlo con elásticos o cintas. Así, el trastero o el garaje se mantienen más ordenados y libres de polvo. Los colores o estampados de las cortinas aportan incluso un toque divertido a zonas que solemos descuidar visualmente.
Protector de suelo y de ropa
También los hogares con niños o mascotas encuentran en este material un aliado útil. Colocadas bajo los cuencos de comida o en zonas de juego, las piezas de cortina protegen los suelos y se limpian en segundos. Nunca más un rayón que se salga del dibujo será tan fácil de evitar. También, es útil para proteger tu suelo y tu ropa al pintar tu hogar.
Un mantel de picnic
En exteriores, las cortinas recortadas se transforman en manteles para picnics o salvamanteles impermeables. Resistentes al sol y fáciles de plegar, acompañan desde comidas en la playa hasta meriendas en el parque. Su limpieza rápida con un paño húmedo las convierte en una opción ideal para escapadas improvisadas.
Eso sí, mantenerlas limpias sigue siendo clave. Lavar la cortina con agua tibia, detergente neutro y media taza de vinagre blanco ayuda a eliminar moho y olores. Dejarla secar extendida tras cada uso evita hongos y prolonga su vida útil.
Fotos | Charlotte May
En Decoesfera | Carrefour tiene una estantería para ducha que se instala sin taladros y apenas ocupa espacio
En Decoesfera | Primark lanza el organizador de ducha transparente que necesitas para que tu baño parezca el de un hotel: es elegante, práctico y cuesta 8 euros
Ver 0 comentarios