El trucazo de experta fácil y efectivo para limpiar la mampara de la ducha: "es mágico y el cristal queda espectacular"

Con un poco de constancia, tu baño puede lucir tan reluciente como una portada de revista

Cómo limpiar la mampara
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María Lancha

Editor

Aunque cada vez las vemos menos en las nuevas reformas y construcciones, las mamparas de ducha tradicionales aún están presentes dentro de muchísimos baños. De cristal templado o con imitación gotelé, son muchos los modelos que existen en el mercado y si hay un rincón del baño que delata el paso del tiempo son ellas, las mamparas.

Las manchas de cal, los restos de jabón y la humedad acumulada terminan apagando el brillo del cristal, incluso cuando mantenemos el resto del baño impoluto. Pero ¿y si te dijéramos que existe un truco casero, fácil y económico, que devuelve el esplendor incluso a mamparas con más de una década de uso?

Una experta en limpieza doméstica y bienestar del hogar ha compartido su secreto mejor guardado: una receta infalible que ha mantenido su mampara impecable durante años, a pesar de vivir en una zona con altísimos niveles de cal. ¡Mira cómo lo hace!

Una fórmula mágica para revivir la mampara de la ducha

Videoframe 2421 1 Vía @decorandomeelalma

La fórmula es tan simple como sorprendente y solo necesitas una cucharada de bicarbonato de sodio, dos cucharadas de jabón lavaplatos y una de pasta de dientes. Después, se mezclan todos los ingredientes en un bol pequeño hasta obtener una pasta homogénea. 

Videoframe 13440 Vía @decorandomeelalma

Esta mezcla, gracias a su combinación abrasiva suave (bicarbonato), detergente (jabón) y blanqueante (pasta dental), actúa directamente sobre las manchas más resistentes.

Videoframe 22106 Vía @decorandomeelalma

Para su utilización, comienza aplicando la mezcla con un estropajo suave sobre la mampara (preferiblemente en seco). Después, frota con movimientos circulares, asegurándote de cubrir toda la superficie y deja actuar durante unos minutos. A continuación, enjuaga todo bien con agua templada y seca con papel de cocina o un paño de microfibra para evitar marcas y devolver el brillo al cristal. 

Este “truco mágico” es un claro ejemplo de cómo los remedios caseros siguen ganando terreno frente a los productos industriales. No solo por economía, sino también por sostenibilidad y facilidad de uso.

Imágenes | @decorandomeelalma | lifeforstock para Freepik

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