Cada vez es más habitual que la arquitectura se integre en el paisaje para intentar pasar desapercibida y que no genere impacto visual. Pero lo de ver cómo un museo se integra en las dunas de una playa no es tan normal. Proyectado por Open Architecture, el museo se integra en la playa de Qinhuangdao.
El proyecto está inspirado en los castillos que los niños excavan en la arena de la playa, y sus formas son naturales, primarias, pensadas para ocultar el museo bajo las dunas y evitar la destrucción del ecosistema ante las obras de un edificio tradicional que necesita de nivelado.
El museo tiene una estructura geométrica tridimensional modelada a mano por artesanos de esta zona de China, por lo que el edificio está lleno de texturas irregulares e imperfectas. Tiene en total 930 metros cuadrados ocupados por diez galerías conectadas entre sí y creadas como si fueran cuevas, además de una cafetería.
Entre las características más llamativas de este museo destacan especialmente las oberturas de distintos tamaños que permiten el paso de luz y que deja disfrutar de las diferentes tonalidades de azul del mar y del cielo desde su interior.
El complejo también destaca por su sostenibilidad, contando con elementos como un techo de arena para hacerlo más fresco en verano, disponiendo también de una bomba de calor geotérmica de emisiones cero para sustituir al aire acondicionado.
Un museo diferente (y sostenible) en el que disfrutar del arte y de la naturaleza que le rodea de una forma natural e interconectada.
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