En verano no sólo tu ropa cambia, también la de tu casa. Estos días el clima exige que consigas que tu casa parezca más luminos, más fresca y ligera, y para ello sólo teneís que cambiar tres puntos de vuestros textiles, ya vereís la diferencia:
Olvídate de las cortinas tupidas , ilumina tu casa utilizando visillos de telas ligeras como gasas o organza, así por un lado tu casa estará más fresca, por otro, será más luminosa
No tienes por qué cambiar de muebles con cada estación, pero lo cierto es que las tapicerías pesadas como el terciopelo le hacen un flaco favor a tu hogar en verano. La solución es utilizar fundas de materiales ligeros como lino o loneta, nadie sino tú sabrá que hay debajo y el resultado te ayudará a aligerar tu casa
¡Cambia los colores! En verano los colores oscuros no nos sirven, utilizac olores luminosos, que generen calma como los azules o verdes pero en las tonalidades más claras, como el aguamarina, que además puedes combinar con la gama de colores crudos.