La planta trepadora ideal para principiantes que se planta en octubre y da color al jardín

Es innegable que con la llegada del mes de octubre, los días son más cortos, las noches más frescas y el jardín comienza a vestirse de tonos cálidos. Además, las temperaturas se suavizan y el ritmo de la naturaleza invita a preparar el terreno para nuevas incorporaciones. 

Pero esto no es un factor negativo. Como toda la naturaleza sigue su curso, el mes de octubre es un mes perfecto para plantar, especialmente aquellas especies que se desarrollan mejor en climas templados y con algo de humedad. Entre todas ellas, hay una que destaca por su espectacularidad, resistencia y versatilidad: la Parthenocissus tricuspidata, más conocida como enredadera de Virginia o vid ornamental.

Un espectáculo de color en otoño

Lo que convierte a esta planta trepadora en la candidata ideal para plantar en octubre es, sin duda, su despliegue cromático. Mientras muchas especies comienzan a apagarse, la enredadera de Virginia entra en su máximo esplendor: sus hojas se tiñen de rojos intensos, borgoñas y ocres que transforman muros, pérgolas o vallas en auténticas postales otoñales.

Además, esta planta es de hoja caduca, por lo que ofrece el espectáculo visual de ver cómo cambian sus colores a lo largo de la estación hasta que caen, dejando la estructura libre durante el invierno.

De esta manera, el otoño, y en especial octubre, es un mes perfecto para plantar trepadoras como esta. Las temperaturas son suaves, el suelo aún conserva algo del calor del verano y las lluvias otoñales ayudan a que la planta se asiente sin estrés hídrico. Esto permite que desarrolle raíces con fuerza antes de la llegada del invierno, facilitando un crecimiento vigoroso en primavera.

Además, al plantar en esta época, se reduce el riesgo de plagas y enfermedades, que suelen ser más activas en los meses cálidos. La planta entra en una fase de reposo vegetativo, pero bajo tierra comienza a prepararse para brotar con fuerza al año siguiente.

Dónde y cómo plantar la enredadera de Virginia

Esta trepadora no es exigente, pero sí agradece ciertos cuidados para lucir en todo su esplendor:

• Ubicación. Prefiere lugares soleados o de semisombra. Cuanto más sol reciba, más intensos serán los colores otoñales de sus hojas.
• Tipo de suelo. Tolera distintos tipos de terreno, aunque prospera mejor en suelos bien drenados y con algo de materia orgánica.
• Sistema de sujeción. Al tener zarcillos adhesivos, puede trepar directamente por paredes, muros, celosías o pérgolas sin necesidad de tutores.
• Riego. Moderado tras la plantación, aumentando en las primeras semanas para favorecer el enraizamiento. Luego, es bastante resistente a la sequía.

Belleza con bajo mantenimiento

Uno de los grandes atractivos de la enredadera de Virginia es que, una vez establecida, requiere muy pocos cuidados. Es resistente al frío, al viento y a buena parte de las enfermedades comunes en jardines. Su poda no es estrictamente necesaria, aunque puede realizarse a finales del invierno para controlar su crecimiento o darle forma.

Desde el punto de vista estético, esta planta es un recurso de alto impacto para cualquier jardín. Puede utilizarse para vestir fachadas, cubrir muros antiestéticos, crear sombra natural en pérgolas o dividir espacios con un telón vegetal de gran belleza.

Fotografía de portada | Unsplash 

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