Qué hacer para revivir un lirio de la paz mustio o sin flores

El lirio de la paz, también conocido como espatifilo o Cuna de Moisés, es una de las plantas más populares en los hogares españoles. Y no es de extrañar: además de ser una planta bonita y elegante, resulta muy fácil de cuidar. También tiene un valor añadido, ya que absorbe la humedad y purifica el aire del hogar, convirtiéndose en una gran aliada para mejorar el ambiente interior.

Aunque se trata de una planta resistente y poco exigente, el lirio de la paz puede llegar a decaer si no se le proporcionan los cuidados adecuados. Si notas que está alicaído, con las hojas mustias o decoloradas, no todo está perdido. Con un poco de paciencia y mimo, todavía puedes revivir tu espatifilo y devolverle su aspecto saludable. En la mayoría de los casos, los problemas empiezan en las raíces, normalmente por un riego inadecuado.

Las causas más comunes: exceso o falta de agua (y de luz)

Los lirios de la paz suelen sufrir por dos motivos opuestos: demasiada agua o muy poca, aunque también puede influir la falta de luz. Si lo has regado en exceso, las raíces pueden pudrirse, lo que provoca que la planta se marchite poco a poco.

Por el contrario, si la tierra permanece seca durante mucho tiempo, las hojas se volverán marrones y caerán, signo de deshidratación. En ambos casos, conviene actuar rápido para evitar que el daño sea irreversible.

Cómo revivir un espatifilo con exceso de riego

Si sospechas que el problema viene del exceso de agua, saca con cuidado la planta de la maceta y examina las raíces. Recorta las que estén blandas o ennegrecidas y deja que la planta se seque al aire durante un par de días. Después, trasplántala en un sustrato nuevo con buen drenaje, ya que la tierra vieja puede estar contaminada por hongos.

Riega ligeramente y, a partir de ahí, deja que el sustrato se seque un poco entre riegos. Así permitirás que las raíces respiren y evitarás que vuelvan a pudrirse.

Qué hacer si el lirio de la paz sufre por falta de agua

Cuando el problema es la sequía, el remedio es más sencillo. Coloca la maceta en un recipiente con agua durante una hora para que la tierra se reabsorba la humedad de forma gradual. Después, escúrrela bien para eliminar el exceso de agua y colócala de nuevo en su lugar habitual, preferiblemente en una zona con luz indirecta y ambiente húmedo.

Con estos cuidados, en pocos días el espatifilo debería empezar a recuperar su vigor y el brillo de sus hojas.

Fotografía | Freepik, Jungle Space en Unsplash

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