Si estás buscando renovar algunos espacios de tu casa, hacerlo a través del color es una manera sencilla y eficaz de conseguirlo. Hoy te traemos una solución bellísima para aquellos hogares nórdicos ultra blancos, se trata de añadir un toque de cobre y menta a la decoración a través de complementos y pequeños detalles.
El cobre agregará un aire elegante a tu casa y el menta o cualquier otro tono verdoso dará dulzura, tranquilidad y vida a la decoración. De la mano de Leroy Merlin te mostramos algunas ideas y te contamos cómo aplicarlo en tu apartamento nórdico, aunque todas estas soluciones también se pueden trasladar a cualquier otro estilo decorativo.
Añade cobre a través de los pequeños objetos
Es tan sencillo de aplicar como poner algunos objetos como lámparas, canastos, fruteros o marcos esparcidos a lo largo de la decoración. ¿Ejemplos? Un candelabro de cobre en la mesa del comedor, dejar las tuberías de la calefacción en su color natural, unos ganchos en la cocina en cromado, los finales de las patas de la mesita de noche acabados en metalizado o un tiesto en el recibidor.
Quien dice cobre, dice dorado o cualquier cromado
Aunque la tendencia es mezclar los tonos menta con el cobre, puedes combinarlos también con cualquier tono cromado cálido, como el dorado o cualquier otro metalizado que te apetezca.
Encontrarás infinidad de accesorios en estos colores, desde pomos de puertas para una cocina con puertas verde pastel, complementos para el baño o tiradores para las puertas, hasta ganchos y burros para ordenar la ropa o menaje.
A falta de cobre también sirve la madera
Otra muy buena manera de mezclar los tonos blancos de un hogar Nórdico o Shabby con el menta es usando madera natural en tonos cobrizos. La cuestión es utilizar el mismo tono, aunque no el mismo material, la paleta cromática sigue siendo la misma, pero el efecto es mucho más natural y acogedor.
En este caso podemos abusar un poco más de este material, colocando todo un tablón de madera de pino en una pared con plantas o usando muebles de cocina en pino con baldosas en verde pastel. Suelos y otros complementos decorativos también interactuarán con el color verde a la perfección.
El verde en la cocina
A diferencia del cobre o los cromados, el color menta lo podemos utilizar un poquito más, siempre y cuando sea pastel, si escogemos un tono más oscuro nos limitaremos a accesorios decorativos o a un solo paño de pared. Una opción muy acertada es usarlo en la cocina. Cambia los frontales de los muebles en tonos verde pastel, junto a una encimera de madera y algunos accesorios en cobre.
Aunque también puedes poner unas baldosas de metro en tonos verdes pastel junto con unos muebles de madera o pintar una pared en tonos verdosos, ambas opciones quedarán preciosas.
Aplica el verde menta en objetos, muebles y zonas más grandes como en un paño de pared entero, una silla, la mesa del comedor o un sofá, pero no en todo a la vez, escoge un par de piezas solamente.
Decora con plantas
Decorar con plantas nos ayudará a romper con la monotonía del blanco. En esta imagen vemos un ejemplo perfecto de un hogar nórdico blanco, en el que han añadido graciosos toques de color verde a través de las plantas y un toque cobre para el marco de la chimenea.
La lencería del hogar en verde
Puede que la opción más rápida y práctica de aplicar esta paleta cromática sea a través de los textiles. Combina cojines de distintas tonalidades verdes para el sofá, unas sábanas menta para el dormitorio, unas toallas esmeralda para el baño o unas cortinas verde pastel para el comedor.
En cualquier lugar de la casa
Pintar una pared en menta queda genial tanto para el dormitorio de los niños como para el recibidor o el salón, este color nos proporcionará relajación y serenidad. Acaba de decorar la pared con uno o dos marcos en cobre, y un gancho para colgar la ropa también en cobre, agrega una lámina verde en la pared blanca de enfrente y unas plantas en las baldas de pino, y el resto en blanco, de esta manera encontrarás el equilibrio perfecto.
Como ves es una combinación muy sencilla de aplicar, puedes pintar un par de paredes en tonos verde en distintas habitaciones de la casa, adquirir algunos complementos en cobre y otros en verde, añadir algún toque en madera, lencería en colores verdes y muchas plantas. Úsalo prudentemente y con discreción, el blanco y la madera deben seguir siendo los protagonistas.
Y recuerda que no solo sirve el menta, puedes usar otros tonos de verde, como el verde suave o seco, el esmeralda o el turquesa pálido, e incluso puedes mezclarlos entre sí.
Si te apetece llevar a cabo estas ideas, encontrarás todo lo que necesitas en la página web de Leroy Merlin.
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