Con la llegada del frío es necesario revisar si nuestro hogar está preparado para afrontar los días de bajas temperaturas. Teniendo en cuenta aspectos como los sistemas de calefacción, pero también el aislamiento de nuestra vivienda, o incluso los textiles que usamos para decorar.
Te acercamos las claves para poder tener tu casa a la temperatura idónea de la mano de Leroy Merlin.
Revisa tus ventanas, que no se escape el calor
Los sistemas de calefacción son determinantes. No obstante, si nuestra vivienda no está aislada correctamente la eficiencia cae y el gasto aumenta. Hay que tener en cuenta que una casa mal aislada presentará fugas de aire caliente, al mismo tiempo que entrará, irremediablemente, aire frío del exterior.
Por este motivo conviene revisar una a una las ventanas de casa. Si es necesario, a la larga es más rentable invertir en ventanas que aíslen correctamente. Nuestra factura de suministros lo agradecerá.
¿Estás utilizando la estufa adecuada?
Las estufas son muy útiles para aclimatar nuestro hogar durante el invierno. Son elementos que no requieren instalación y pueden distribuirse por diferentes estancias. Opciones hay muchas, como por ejemplo las estufas de gas. Son potentes y tienen un combustible económico, algo que las convierte en un elemento de lo más recurrente en las viviendas actuales.
Por otro lado, también puedes escoger las estufas de parafina, completamente silenciosas y rápidas, ya que emiten calor nada más encenderlas. Por este motivo resultan perfectas para las casas más frías, dada su gran potencia y su rapidez.
Si además de calentar tu casa quieres una opción ecológica, necesitas una estufa de pellet. Estas estufas se están posicionando como las grandes favoritas. Consideradas como estufas de biocombustible, son una alternativa ecológica, ideal para los que se preocupan por el medio ambiente.
Además, son las que más abaratarán tu factura mensual, pues su rendimiento calórico es de los más altos, y aunque es cierto que el pellet ha aumentado un poco de precio, debido al auge de este tipo de sistemas de calefacción, sigue siendo más asequible que el gasóleo, el gas o la electricidad.
La importancia de un suelo cálido
Tener estufas y calefacción en general es importante, pero el suelo también. Hay pavimentos más cálidos que otros. Los azulejos convencionales o incluso materiales como el mármol, pueden ser muy vistosos, pero quizá no sean la opción más recomendable en las viviendas frías.
La madera es, sin lugar a dudas, el material más cálido para tus suelos. Es muy aislante, por lo que lograrás que el calor no se escape y permanezca más tiempo en la estancia. Lo mejor de todo es que estos suelos, como las tarimas de madera, se adaptan a los cambios de temperatura, por lo que, además de ser cálido en invierno, también será fresco en verano.
¿Tu suelo es frío pero no quieres cambiarlo? Apuesta por las alfombras. Igual que se colocan fácilmente en invierno, en verano puedes retirarlas guardándolas en cualquier armario. Escoge aquellos modelos de pelo largo para dar una sensación más confortable a tu pisada.
Textiles para el invierno, haz acopio de los más calentitos
Los días de lluvia y frío invernal son jornadas clave para poner a prueba tu casa. Además de un buen sistema de calefacción, te vendrá bien contar con textiles cálidos. Las mantas, en estas fechas, son el complemento más interesante para tu sofá. Escoge aquellas que estén hechas con fibras naturales, como la lana, que regularán mejor tu temperatura corporal.
En los dormitorios, las mantas también son una excelente opción, aunque no podemos negar que durante las últimas décadas los nórdicos les han ganado la batalla. Adorna esta estancia y el salón con cojines de texturas cálidas, de pelo, lana o terciopelo, que te aportarán también un mayor confort.
Fíjate en el color de tus paredes
Si quieres cerciorarte de que tu casa está preparada para el frío, no descuides tus paredes. Hay colores más fríos que otros, como los azules. ¿Significa eso que tengo que pintar irremediablemente mis paredes de colores cálidos como el naranja? No exactamente. El blanco, por ejemplo, lejos de ser un color que de frialdad, puede ayudarte a crear estancias más cálidas.
Piensa en la decoración nórdica. En estos países el frío es recurrente, y aun así sus paredes se visten con este color. Hay una explicación muy lógica. El blanco es un color que atrapa la luz natural extendiéndola por toda la estancia. Por tanto, en los días más fríos y más nublados, tus paredes blancas lograrán que el poco sol que hay en el exterior de tu casa se reparta por la misma.
Apuesta por la domótica para ahorrar
Si cuentas con caldera, o lo que es lo mismo, sistema de calefacción central, también puedes ahorrar. Una excelente forma de controlar el gasto de calefacción durante el invierno es la domótica. Existen soluciones domóticas como por ejemplo el DiO2, que te permiten regular tus radiadores de gas o gasóleo a través de un radio-receptor que se conecta al cable de la caldera.
Con esta pequeña instalación podrás controlar la temperatura de tu casa desde tu Tablet o smartphone.
Si te han gustado en la página web de Leroy Merlin encontrarás todo lo necesario para ponerlas en práctica.
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