Cómo transformar tus botes de Nescafé, Pringles o Nesquik en preciosos botes de almacenaje para la cocina

Mantener el orden en la cocina sin gastar un dineral puede parecer misión imposible, pero a veces basta con un poco de ingenio creativo. El canal @craftscm comparte una idea brillante para transformar viejos botes —de Nescafé, Nesquik o similar— en recipientes organizadores que además lucen impecables.

El truco: cubrirlos con papel adhesivo decorativo y añadir etiquetas hechas en Canva o en impresora térmica, con un resultado visual y funcional sorprendente. Queda super bonito y nadie recordará que detrás hay un bote de Pringle's.

Un mundo de posibilidades

Los materiales necesarios son sencillos y suelen estar a mano de cualquier persona creativa que quiera dar una nueva vida a envases que terminarían en reciclaje. Solo se necesita: botes vacíos y limpios, papel adhesivo (tipo vinilo), una impresora de etiquetas (omarcos decorativos), y cinta adhesiva transparente para fijar.

Las etiquetas también las puedes imprimir en una copistería con un gasto mínimo. El resultado: nuevos organizadores estéticos que se adaptan a especias, utensilios pequeños e incluso cajas de té o café.

Paso a paso

1. Preparar los botes: limpia por dentro y por fuera los frascos (p. ej., de Nesquik, Medie o similar). Déjalos secar bien y elimina cualquier resto de etiqueta o adhesivo.
2. Cortar y pegar el vinilo adhesivo: mide la altura del bote y corta un rectángulo de papel adhesivo decorativo. Aplica sobre la superficie con cuidado, evitando burbujas. Usa cinta para asegurar si es necesario.

• Diseñar e imprimir etiquetas: en una plantilla de Canva o similar, escribe el nombre de lo que va a contener el bote (por ejemplo, azúcar, avena, semillas…), imprime sobre vinilo adhesivo o etiqueta térmica para que sea impermeable. Si no dispones de estas herramientas, lleva tus creatividades a la copistería.
• Colocar las etiquetas: recorta y pega cada etiqueta sobre el vinilo ya aplicado, alineando visualmente con el bote, para que quede limpio y legible.
• Pinta las tapas con pintura en spray a la venta en bazares. También puedes recortar un trozo de vinilo redondo para darle un acabado extra estético.
• Ubicar en la cocina: organiza tus nuevos recipientes al alcance de la mano, agrupados por tipo de contenido o estilo —el vinilo y las etiquetas garantizan coherencia estética.

Quizás lo más interesante es que esta idea no requiere reforma ni habilidad avanzada: solo tiempo, papel, creatividad y ganas de darle alma a lo cotidiano. Y sí, esa funcionalidad estética marca la diferencia.

Foto | Pavel Danilyuk y @craftscm

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