Así he reutilizado la cesta vieja de pinzas para la ropa: ahora es un modelo mucho más bonito para guardar lo que queramos

Hay objetos en casa que tenemos tan interiorizados que no nos damos cuenta de la poca estética visual que tienen. Por ejemplo, el perchero del recibidor, el bote de lápices y bolígrafos o incluso la cesta de pinzas para hacer la colada. Si es cierto que el cuarto de la colada nunca brilla por el orden o la decoración, pero sí está en nuestra mano mejorar la estética de ciertos complementos como este.

De este modo, vamos a convertir la típica cesta de plástico llena de pinzas en un complemento muy chic y con un aire boho rural que llamará la atención. Además, también podemos aprovechar y reutilizarla para guardar más cosas como el mando de la tele, los cables y cargadores o incluso como cesta para el cuarto de baño ¡Manos a la obra!

Qué hace falta para preparar un organizador para las pinzas

Para poder desarrollar este proyecto DIY con una cesta de pinzas hace falta que tengas en casa estas herramientas.

• Cesta de pinzas
• Tijeras
• Silicona
• Cuerda de yute o fibra natural
• Sábana o tela de color blanco

Cómo hacer un organizador con una cesta para pinzas paso a paso

Las cestas de plástico para pinzas son un clásico en muchos hogares, pero con el paso del tiempo, su estética queda desfasada o simplemente dejan de cumplir su función original. En lugar de desecharla, esta propuesta la convierte en un objeto decorativo, cálido y completamente actual, ideal para guardar pequeños objetos, toallas en el baño, lanas, juguetes o lo que queramos.

Para ello, lo primero es retirar el asa original de la cesta, generalmente de plástico y poco atractivo, para dejar la estructura limpia y lista para trabajar. A continuación, se comienza a forrar toda la cesta con cuerda de yute o fibra natural, empezando desde la base y subiendo en espiral hacia la parte superior. Este proceso no solo mejora el aspecto, sino que también aporta textura y calidez.

Para fijar la cuerda correctamente y asegurar su durabilidad, se va pegando cuidadosamente con silicona caliente, aplicando poco a poco a medida que se avanza. Es un trabajo que requiere algo de paciencia, pero el resultado final compensa con creces el esfuerzo.

En el interior, se añade un forro de tela, utilizando una sábana vieja en color blanco recortada a medida. Este detalle no solo embellece el interior, sino que también protege el contenido de la cesta y aporta un acabado más limpio y pulido.

Para finalizar, se incorpora un nuevo asa hecha con la misma cuerda de yute, colocada a ambos lados de la cesta. Este toque final unifica el diseño y mejora la funcionalidad del conjunto.

Cómo utilizarlo y dónde ponerlo

Una vez transformada, esta cesta deja atrás su función original para convertirse en un accesorio decorativo y multifuncional que puede adaptarse a diferentes espacios del hogar. Su estética natural y neutra permite integrarla con facilidad en distintos estilos decorativos, desde el rústico hasta el nórdico o boho.

Podemos colocarla en el baño, como organizador de toallas pequeñas, papel higiénico o productos de cuidado personal. En el dormitorio para almacenar accesorio, pañuelos o cargadores, en el salón o incluso dentro de la despensa para para almacenar frutas, servilletas o utensilios, siempre que se mantenga lejos de la humedad directa.

Fotografías | Vía @withbrushanspaper | Unsplash

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