Con estos trucos de interiorista conseguirás que las habitaciones pequeñas parezcan mucho más grandes

Los espacios pequeños pueden ser acogedores, pero también resultar asfixiantes si no se decoran con cierta estrategia. Muchas veces no es cuestión de metros cuadrados, sino de cómo se distribuye y percibe el espacio. Unos pocos cambios pueden marcar una gran diferencia.

Los diseñadores de interiores suelen insistir en que el objetivo no es engañar al ojo, sino facilitar que la luz, el aire y la vista fluyan mejor. Para ello, se deben evitar obstáculos innecesarios y favorecer la limpieza visual desde cualquier ángulo de la estancia. Estos son los trucos que usan los interioristas para que cualquier habitación parezca más grande.

Ubicación de los muebles

Antes de comprar muebles, conviene observar cómo circula la luz natural y pensar en qué zonas se usan más. Esto permitirá ubicar correctamente los puntos focales y evitar que una estancia pequeña se sature con objetos que interrumpan la funcionalidad del lugar.

El mobiliario influye también en cuanto a cantidad: es preferible usar pocos elementos, pero bien proporcionados. Las mesas de centro ligeras, los sofás con patas altas o las estanterías abiertas ayudan a que la habitación respire y no parezca abarrotada.

Uno de los trucos más eficaces es usar espejos grandes y lisos. Colocados frente a ventanas o en paredes vacías, duplican visualmente el espacio y reflejan la luz. Cuanto más sencillos sean los marcos, más se integran en la decoración sin robar protagonismo.

Cortinas estratégicas

Otra técnica es colgar las cortinas lo más alto posible, incluso desde el techo. Esto hace que las paredes parezcan más altas y crea una ilusión de verticalidad. Si además caen hasta el suelo y son de telas ligeras, se gana ligereza visual.

Los colores neutros y los tonos claros amplifican el efecto de amplitud, pero no es necesario que todo sea blanco. Un gris suave, arena o verde salvia pueden aportar personalidad sin sobrecargar. Lo importante es mantener una paleta coherente en todo el espacio.

Por último, el orden es esencial. Una habitación pequeña sin cables a la vista, sin papeles acumulados ni adornos excesivos se transforma al instante. A veces, lo más importante no es añadir, sino quitar lo que sobra para que lo que queda brille más.

Foto | EDR MEDIA GROUP, Taryn Elliott y freepik

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