Con los pelos de punta me quedé cuando vi esta idea tan desafortunada. Las escaleras integradas en la arquitectura o el mobiliario de la casa, formando remansos en los que poder aprovechar el espacio, siempre me han gustado; pero esta propuesta, por mucho que me quiera vestir de mujer moderna abierta a las nuevas tendencias, no tengo por donde cogerla.
Aprovechar la encimera de cocina como paso para la escalera, es una medida, que si bien demuestra ingenio a la hora de optimizar espacios, va totalmente en contra de la higiene necesaria allá donde se trabaje con alimentos. Bueno, a lo mejor una es muy antigua, quien sabe… pero a mí me recuerda a esas casas que con el tiempo quedan aisladas y les pasa por la mitad una autopista.
Forma parte del proyecto de ampliación de Tattoo House, y estéticamente funciona y resulta audaz, pero en la práctica, en mi opinión, merece un suspenso. Quizá podría haberse tratado de otra manera, realizando una cierta separación que protegiera la zona de trabajo y aprovechando además la zona bajo los peldaños para almacenaje. Pero claro está que el efecto que se ha pretendido no hubiera sido el mismo.
Vía | IS-Arquitectura
Más información | Tattoo House
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