Este baño frío y de colores chillones vivió una transformación espectacular: ahora es una estancia luminosa y acogedora sin tener que hacer obras

Hay estancias que parecen condenadas al olvido. Espacios pequeños, apagados, sin estilo aparente ni intención decorativa. Eso era exactamente este aseo de primera necesidad, un cuarto de baño oscuro, desordenado y sin alma. Un suelo de baldosas marrones que absorbía la luz, paredes mostaza que recargaban el ambiente y unos accesorios en negro que acentuaban su tono sombrío.

Pero todo cambió. Y lo que antes era un baño olvidado, hoy se ha convertido en el rinconcito favorito de toda la casa. El secreto no va más allá de una reforma inteligente, con visión estética, sensibilidad por el detalle y mucho amor por el orden.

De aseo oscuro y desfasado, a luminoso y acogedor

El cambio más notable ha sido, sin duda, la transformación cromática. Las paredes, antes pesadas y apagadas, se han pintado en un blanco luminoso que abre el espacio, refleja la luz natural y aporta una sensación de limpieza inmediata. Este simple gesto no solo ha refrescado la atmósfera del baño, sino que ha servido como lienzo en blanco para introducir nuevos elementos decorativos con personalidad.

Pero sin duda, uno de los grandes retos de este baño era la falta de almacenamiento, que generaba caos visual y sensación de saturación. La solución fue una serie de estanterías colgantes que no solo han liberado superficie, sino que han añadido carácter. Están estratégicamente justo encima de la taza del váter, colocadas para equilibrar funcionalidad y estética, permitiendo guardar desde textiles hasta pequeños accesorios sin perder estilo.

Con muy pocos metros cuadrados, era esencial jugar con la percepción del espacio. Por eso se apostó por espejos de gran tamaño, que no solo reflejan la luz, sino que duplican visualmente la superficie, creando una sensación de amplitud inesperada.

Junto a ellos, se ha incorporado un toque fresco y muy actual: plantas naturales. Colgadas, apoyadas o en pequeños maceteros flotantes, las plantas aportan color, frescura y un aire de spa que eleva la experiencia de uso diaria. Son el contrapunto perfecto a la neutralidad del blanco y al rigor de las líneas rectas.

El suelo que cambió las reglas del juego

Pero si hay un detalle que ha hecho brillar esta reforma, es sin duda el nuevo suelo pintado por ella misma que simula baldosas geométricas. Su patrón atrevido y su paleta neutra han conseguido modernizar el baño sin recargarlo.

Esta elección ha sido clave para dar ritmo visual y personalidad, rompiendo con la monotonía del anterior suelo marrón y aportando ese toque “editorial” que convierte un baño en la portada de revista.

Imágenes | Vía @beforeafter_ideas

En Decoesfera | La reforma de esta pareja de Chile que les cambió la vida: "Decidimos remodelar nuestro patio y la vida empezó a sonar así"

En Decoesfera | Era un patio soso y sin luz, pero esta reforma sin obras le ha convertido en un espacio que deseamos clonar

En Decoesfera | Así se transformó, casi como por arte de magia, este balcón por menos de 100 euros: “Invertí en pequeños detalles, puse unas plantas y lijé y pinté nuestros viejos muebles de Ikea”