Tres trucos sencillos para preparar tu casa para cuando llegue el frío: ahorrarás en calefacción

El frío se acerca y con él, la eterna batalla entre la comodidad y la factura de la luz. Cada otoño, los radiadores se encienden con miedo, y no tanto por las bajas temperaturas, sino por el consumo que arrastran. 

Pero en TikTok, una creadora ha compartido tres gestos tan simples como efectivos para aprovechar mejor el calor. La usuaria @marianordichouse explica tres trucos domésticos para mejorar la eficiencia de los radiadores antes de la bajada de las temperaturas. 

Unos pasos muy sencillos

En cualquier caso, aplicar estos consejos no requiere herramientas ni conocimientos técnicos, solo un poco de atención y ganas de ahorrar. Ahora es el momento de preparar tu casa y que esté lista cuando llegue el frío de verdad.

Coloca una lámina refectante

El primer paso es instalar una lámina reflectante justo detrás del radiador. Esta lámina evita que el calor se pierda a través de la pared y lo redirige hacia el interior de la estancia. Así, el ambiente se calienta más rápido y se aprovecha mejor la energía emitida.

Muchos radiadores están colocados sobre muros exteriores que absorben buena parte del calor. Con esta sencilla barrera, que cuesta apenas unos euros, se consigue que la temperatura se mantenga más estable y el consumo disminuya de forma notable.

Purgar los radiadores antes de usarlos

El segundo consejo es básico pero crucial: purgar los radiadores antes de que empiece el frío. Para hacerlo, basta con abrir ligeramente la válvula superior hasta que el agua salga fluida, sin aire ni burbujas.

Este proceso elimina el aire acumulado en el circuito, que impide que el agua caliente circule correctamente. Además de evitar ruidos molestos, mejora la eficiencia del sistema y garantiza que toda la superficie del radiador emita calor de manera uniforme.

Eliminar el polvo 

El tercer gesto tiene que ver con la limpieza. La creadora recuerda que el polvo acumulado con un paño específico sobre los radiadores actúa como una capa aislante que impide la correcta difusión del calor.

Pasar un trapo seco o un cepillo fino antes de encenderlos puede marcar la diferencia. Con los radiadores limpios, el calor se distribuye mejor y se reduce la necesidad de mantenerlos encendidos durante tanto tiempo.

Estos tres trucos no implican reformas ni grandes gastos, pero sí un cambio de hábito. Combinados, pueden traducirse en un ahorro energético nada desdeñable.

Foto | Pexels

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