El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) lo tiene muy claro entre las dos opciones
Con la llegada del frío, las dudas sobre cómo utilizar la calefacción regresan a los hogares de toda España. Las temperaturas comienzan a bajar, los radiadores se preparan para encenderse y, una vez más, surge la eterna pregunta: ¿es mejor mantener la calefacción encendida a una temperatura constante o encenderla y apagarla según el momento del día?
La cuestión no es menor. En un contexto en el que el precio de la energía continúa siendo elevado y las políticas de ahorro y eficiencia son prioritarias, una simple decisión doméstica puede suponer una diferencia notable en la factura mensual.
Más teletrabajo y necesidad de confort
Además, con el aumento de las jornadas de teletrabajo y la necesidad de mantener un confort térmico constante, el debate ha ganado peso en los últimos años, convirtiéndose en una conversación habitual en familias, comunidades y redes sociales.
A pesar de lo que muchos creen, la respuesta a esta duda tiene una base técnica muy concreta, y los expertos en eficiencia energética coinciden en que no se trata solo de comodidad, sino de consumo y sostenibilidad.
En este sentido, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha ofrecido pautas claras para ayudar a los usuarios a optimizar el uso de la calefacción sin renunciar al bienestar en el hogar.
Una gran diferencia
Sus recomendaciones, basadas en estudios sobre aislamiento térmico y comportamiento energético, ayudan a entender cómo pequeñas decisiones cotidianas pueden marcar una gran diferencia en la eficiencia de un sistema de climatización y en el ahorro económico durante todo el invierno.
Según el IDAE, la respuesta es clara: lo más eficiente no es mantener la calefacción funcionando de forma constante, sino ajustarla al periodo en que la vivienda está efectivamente ocupada. El organismo señala que mantener una temperatura estable durante horas en una casa que quizás no está bien aislada conlleva pérdidas de calor continuas que se traducen en un mayor gasto energético.
"El consejo de IDAE es ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas", avisa el organismo, y recomienda apagar la calefacción durante las horas en que no se está en casa o mientras dormimos, y volver a encenderla cuando sea necesario. Además, informa que cada grado extra en el termostato puede incrementar el consumo energético en un 7 % aproximadamente.
Otro punto clave que enfatiza el organismo es el aislamiento de la vivienda. Las pérdidas de calor por muros, ventanas o techos hacen que el sistema de calefacción tenga que trabajar más para compensarlas. Por eso, el ahorro real se consigue cuando combinamos un buen aislamiento con un uso inteligente del sistema.
Por lo tanto, si quieres optimizar tu factura y al mismo tiempo mantener el confort en casa, la estrategia recomendada es: programar la calefacción según los horarios reales de uso, aprovechar la bajada de temperatura cuando no estás y mantener una temperatura moderada cuando el sistema está en marcha.
El IDAE define como rango adecuado entre 20 °C y 21 °C durante el día. Apagar la calefacción cuando no hace falta no significa perder confort, sino todo lo contrario: ganar eficiencia, ahorrar dinero y contribuir al cuidado del entorno.
Fotos | IA / Pexels
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