La Gen Z ya tiene su nuevo color obsesión (y llega dispuesto a invadir tu feed de Instagram)

¿Te acuerdas de cuando el blanco roto, o el beige, eran LA obsesión? Paredes y muebles blancos, textiles crudos... Durante años no podías abrir Pinterest o Instagram sin encontrarte con esos interiores minimalistas e impolutos que lo inundaron todo como si fuera el summum de la elegancia. Y ahora, cada vez que vemos una de esas fotos, no podemos evitar pensar: "Dios mío, qué aburrido".

Pues bien, prepárate porque la historia está a punto de repetirse. Si el rosa fue el color millennial, la Generación Z ha encontrado su color fetiche y, estamos empezando a verlo por todas partes. Se trata del verde Gen Z, una tonalidad que está inundando las casas de esta generación y que probablemente acabaremos aborreciendo.

Un color que lo inunda todo

El verde Gen Z incluye una paleta diversa que va desde los tonos más suaves como el salvia, el oliva, el verde menta o el eucalipto hasta el rompedor y estridente verde brat. Y desde que Billie Eilish lo convirtió en parte de su identidad visual hasta que las marcas de fast fashion lo adoptaron masivamente, este tono ha pasado de ser una apuesta arriesgada a estar literalmente en todos lados, desde los armarios a los interiores.

Y mí, que siempre he sido muy de verdes a la hora de decorar, (sobre todo del verde oliva, o el verde menta) porque creo que dan un aire muy sofisticado a cualquier estancia, me da miedo que se extienda tanto que lleguemos a odiarlo de aquí a nada. De hecho, para muchos, el verde es el nuevo beige para los zoomer o centenials.

Esa generación, que vive entre pantallas y que ha renunciado a muchas cosas que nosotros teníamos asumidas como dogmas, han asumido este color porque les permite llevar a sus hogares valores como la sostenibilidad y la reconexión con la naturaleza. Es una vuelta a lo esencial, muy en línea con ese cambio de valores que les hace pensar que el trabajo es algo secundario y que lo importante es disfrutar de la vida, frente a generaciones más mayores, que hemos vivido (y seguimos viviendo) por y para el trabajo.

Si vas a caer en la tendencia, al menos hazlo bien

Si realmente te quieres sumar a la fiebre del verde Gen Z (bien sea porque perteneces a esta generación, bien porque quieras tener tu casa a la última), mi consejo es que vayas con pies de plomo. Un par de cojines, una manta para el sofá, la funda nórdica o unas cortinas en este color pueden darte el subidón que buscas sin hipotecar la decoración de toda la casa.

La pared de acento (con fecha de caducidad).  Si eres de los valientes que se lanzan a pintar, al menos elige una pared que sea fácil de cambiar cuando llegue la inevitable resaca cromática. Funciona bien en espacios como el dormitorio juvenil o el despacho. Y en el salón, siempre que no apuestes por el verde brat, también puede ser una buena idea.

Muebles: piénsatelo dos veces. Elige muy bien el tono de verde que vas a elegir. Si es una mesa auxiliar no pasa nada, pero si vas a comprarte un sofá, apuesta por un verde elegante y sofisticado en lugar de tirar por el verde lima que puede llegar a cansarte. En este punto, pregúntate si realmente vas a seguir viéndolo igual de bonito dentro de dos años. Porque cambiar los cojines es una cosa, pero explicarle a tu pareja por qué hay que tirar un sofá de 1.200 euros porque "ya no va con nada" es otra muy distinta.

La cocina, el lugar perfecto. Tras decir adiós al blanco, las cocinas se están tiñendo de verde en 2025. Desde los verdes más intensos y sofisticados como el verde oliva, hasta tonos más suaves y empolvados, como el salvia o los verdes grisáceos.

Las cocinas en este color transmiten frescura, tranquilidad y elegancia, además de ayudarnos de dar un punto muy natural. Y además, tanto en muebles como en complementos e incluso en revestimientos, estas tonalidades se integran a la perfección en cocinas boho, rústicas o vintage, sin olvidarnos de las cocinas modernas y minimalistas.

Fotografías | Spacejoy en Unsplash

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