Una asesora financiera advierte: Si te vas a comprar una casa, "ni se te ocurra firmar el contrato de arras si no te entregan antes el certificado de eficiencia energética”

Este documento no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que te protege de posibles sorpresas en la tasación

Al margen de la subida notoria de los precios de la vivienda en España, cuando por fin consigues una hipoteca o una vivienda digna en uso y condiciones, es importante que tengas en cuenta otros factores que normalmente se toman por alto. Y no, comprar una vivienda no es tan fácil como parece. ¡Al loro!

El mercado inmobiliario vive un momento de transformación en el que la sostenibilidad y la eficiencia energética se han convertido en factores decisivos. Más allá de su impacto ambiental, la eficiencia de una vivienda puede afectar de forma directa al bolsillo del comprador, especialmente desde la entrada en vigor de la nueva normativa sobre certificación energética.

Una nueva obligación para comprar, vender o hipotecar una vivienda

Desde el 12 de agosto de este mismo año, está en vigor una normativa que exige disponer del Certificado de Eficiencia Energética (CEE) para poder realizar una tasación hipotecaria. Esto significa que cualquier persona que quiera comprar una casa con hipoteca, vender una propiedad o solicitar una refinanciación deberá presentar este documento antes de que se lleve a cabo la valoración oficial del inmueble.

El CEE es un documento técnico que clasifica la vivienda según su consumo de energía y sus emisiones de CO₂, asignándole una letra que va de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente).

El consejo clave: no firmar sin el certificado

La advertencia viene de Montse Cespedosa (@montse_cespedosa) una reconocida asesora financiera, que lanza un mensaje claro a quienes están en proceso de compra: "Ni se te ocurra firmar un contrato de arras si no te entregan antes el Certificado de Eficiencia Energética”.

El motivo es sencillo, y es que, sin este documento, no solo se incumple la nueva normativa, sino que además el comprador no tiene una visión real del valor energético y económico de la vivienda.

Además, más allá del requisito legal, el nivel de eficiencia energética puede influir directamente en el valor de tasación de la vivienda, un factor clave para la concesión de la hipoteca. Según apuntan los expertos, la calificación energética podría modificar el precio estimado hasta un 1,3 % al alza o a la baja.

En la práctica, esto implica que una casa con una buena calificación (letras A o B) puede revalorizarse, mientras que una vivienda con baja eficiencia (letras F o G) podría ver reducido su valor.

Un nuevo escenario para compradores y propietarios

Esta medida pretende impulsar la eficiencia energética en el parque inmobiliario español, alineándolo con los objetivos europeos de sostenibilidad. Pero también obliga a compradores y vendedores a ser más conscientes del estado energético de sus inmuebles, un factor que ya empieza a pesar tanto como la ubicación o el diseño.

Para los futuros propietarios, el consejo es claro: antes de firmar nada, pide siempre el Certificado de Eficiencia Energética. Este documento no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que te protege de posibles sorpresas en la tasación y te ofrece una visión completa del consumo, los costes y la sostenibilidad de tu futura vivienda.

Imágenes | Unsplash

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