Ahora es el momento de plantar estos cinco bulbos para tener un jardín espectacular en primavera

Cuando el otoño tiñe de ocres y dorados los árboles, el jardín parece despedirse. Pero bajo esa calma aparente comienza una vida secreta. Es el momento de plantar bulbos, esas pequeñas cápsulas de energía que, mientras el invierno duerme, preparan su estallido de color para recibir la primavera siguiente. 

Plantar en otoño es un gesto de esperanza. Significa confiar en que, tras el frío, la belleza regresará con fuerza. Si sueñas con un jardín que despierte lleno de flores, aromas y matices, estos cinco bulbos otoñales son tus mejores aliados. Te contamos cuáles son, cómo plantarlos y cómo cuidarlos para que florezcan con todo su esplendor.

Tulipanes

Los tulipanes son los eternos protagonistas del jardín primaveral. Su elegancia, sus formas casi escultóricas y su enorme variedad de colores los convierten en una apuesta segura. Existen miles de variedades: de pétalos lisos o rizados, de tonos suaves o intensos, altos o compactos.

Plántalos en grupos de diez o más, de diferentes alturas o colores, para lograr un efecto natural, como si hubiesen brotado solos. En primavera, crearán verdaderas “alfombras de color” que transformarán cualquier rincón.

• Cuándo y cómo plantarlos. Lo ideal es hacerlo entre octubre y diciembre, antes de que lleguen las heladas, enterrándolos a unos 10 o 15 centímetros de profundidad, siempre con la punta hacia arriba.
• Cuidados. Prefieren un suelo suelto y bien drenado, y una ubicación soleada. El riego debe ser moderado: demasiada agua puede pudrir el bulbo.

Narcisos

Alegres, luminosos y casi indestructibles, los narcisos anuncian que la primavera está cerca. Su forma en trompeta y su tono amarillo intenso iluminan incluso los días nublados. Además, son de los bulbos más fáciles de cuidar, perfectos para quienes se inician en la jardinería. Planta varios en el borde de un sendero o alrededor de un árbol y crearán un aire campestre y romántico irresistible.

• Plantación. Entre septiembre y noviembre, a unos 12 o 15 centímetros de profundidad. Adoran el sol, aunque también prosperan en semisombra.
• Mantenimiento. Necesitan poca atención. Riégalos solo cuando el suelo esté seco y deja que las hojas se marchiten por sí solas al final de la floración. Ese proceso natural nutre el bulbo para la próxima temporada.

Jacintos

Los jacintos son puro perfume. Pocos bulbos llenan tanto un espacio con su aroma dulce y floral. En el jardín, en una terraza o incluso en el interior del hogar, su presencia anuncia la llegada de días luminosos. Combina varios jacintos en una jardinera con colores alternos —rosas, lilas, blancos o azules— y colócala cerca de una ventana. En primavera, su perfume se colará dentro de casa.

• Plantación. De octubre a diciembre, a unos 10 centímetros de profundidad, dejando espacio entre bulbos.
• Cuidados. Prefieren zonas soleadas o de semisombra y un riego regular sin encharcar. Si los plantas en macetas, utiliza tierra suelta y asegúrate de que drene bien.

Muscaris

Pequeños, resistentes y de un azul inconfundible, los muscaris (o nazarenos) son perfectos para crear borduras o alfombrar el pie de arbustos y rosales. Sus diminutas flores en racimo parecen cuentas de porcelana.

• Plantación. De octubre a diciembre, enterrando los bulbos a unos 8 centímetros de profundidad.
• Cuidados. No necesitan casi nada. Soportan el frío, florecen sin exigencias y se multiplican con facilidad. Solo asegúrate de que el suelo drene bien para evitar la humedad excesiva.

Allium

El allium es la estrella moderna del jardín. Con su flor esférica y majestuosa, aporta altura y estructura a los parterres. Su estética minimalista y su aire sofisticado lo convierten en uno de los favoritos de los paisajistas contemporáneos.

• Plantación. A finales de otoño, a unos 15 centímetros de profundidad y con separación de al menos 20 cm entre bulbos.
• Cuidados. Adoran el sol y un suelo ligero. No precisan riegos constantes y son muy resistentes. Incluso sus flores secas, una vez marchitas, resultan decorativas y pueden mantenerse como elementos ornamentales en jarrones o centros de mesa.

Imágenes | Unsplash 

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