La vida laboral se transformó durante la pandemia. Tuvimos que trasladar la oficina a casa a toda prisa, de forma improvisada y como algo temporal, pero después resultó que el cambio, en algunos casos, vino para quedarse.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 14 % de la población española que trabaja lo hace desde casa, más de 3 millones de personas. Aunque también hay otras muchas que teletrabajan varios días a la semana o de forma ocasional.
Organizar un despacho en el domicilio se ha convertido en un imprescindible que hemos ido posponiendo por falta de tiempo, de espacio o de ambas cosas. No siempre es posible contar con una habitación de más o todos los metros que nos gustarían. En la ciudad, los pisos son pequeños y esto tampoco no lo esperábamos cuando planificamos nuestro hogar.
La buena noticia es que podemos hacerlo ahora. La vuelta de vacaciones es un momento ideal para iniciar una nueva etapa y recuperar ese propósito que nos está dando vueltas por la cabeza desde hace tiempo. Con las energías recargadas del verano y estos consejos que traemos de la mano de IKEA, será mucho más fácil lograrlo.
1. Establece un lugar de trabajo fijo
Plantarse con el portátil en cualquier parte puede ser una solución momentánea, pero a largo plazo es un caos para la mente. Por no hablar de los dolores de espalda que puede generar pasar horas tecleando en una mala postura.
Lo primero que necesitamos es encontrar una ubicación fija en la casa. Ese lugar donde vayamos a trabajar más cómodos. Un rincón que reciba luz natural, y en el que se respire calma. El salón suele ser una buena elección, aunque, si trabajamos hasta tarde y va a estar el resto de la familia viendo la tele, es mejor instalarnos en otra parte.
El dormitorio, la cocina, el recibidor o incluso una terraza acristalada pueden ser igualmente buenas alternativas. Crea un espacio en el que te sientas a gusto y te resulte sencillo focalizarte en tus tareas.
La pantalla independiente EILIF, que aparece en la infografía, además de servir para diferenciar ambientes, es perfecta como fondo para las videollamadas. Los biombos también cumplen esta función y pueden combinarse con el resto de la decoración.
2. Pon atención a la iluminación
Trabajar con escasa o mala luz afecta a nuestro rendimiento. Así que, como hemos comentado, es esencial sacarle partido todas las horas que podamos a la luz del sol.
La Universidad Northwestern de Chicago (USA) determinó en un estudio que los empleados que pasaban su jornada en oficinas con luz natural eran más activos, rendían más y dormían mejor que el resto. Seguro que si has trabajado con y sin ella has notado la diferencia.
Aun así, en ocasiones, necesitamos una iluminación más focalizada en alguna área del escritorio. Ahí es donde nos puede ayudar un extra como el flexo NYMÅNE, con un cargador integrado en su base o la lámpara FORSÅ, un diseño clásico con brazo y cabezal regulables.
Para las horas oscuras o en las que el sol pega muy fuerte, hay que procurar que la luz ambiental sea suave y esté bien distribuida, para que no te quedes en un sitio en sombra o poco iluminado. Las bombillas LED SOLHETTA proporcionan una luz cálida durante 25.000 horas y consumen un 35 % menos de energía que las bombillas LED IKEA anteriores.
3. Encuentra la mesa adecuada
La base fundamental de un despacho es la mesa. Sin ella nos quedamos anclados en el “me coloco donde pueda”, que es justo lo que queremos evitar.
Incluso si no disponemos de un sitio fijo en la casa, o necesitamos utilizarlo para otras funciones ocasionalmente, el escritorio con ruedas LINNMON / KRILLE o el escritorio desmontable TROTTEN nos permiten ser flexibles y movernos cuando sea necesario.
Cuando contamos con un sitio permanente, hay alternativas para todos los entornos y formas de trabajar:
- El escritorio TORALD es la mejor solución para espacios reducidos.
- El escritorio ALEX da un toque elegante a cualquier decoración. Su parte trasera también está tratada.
- La forma del escritorio BEKANT hace que sea muy fácil de encajar en esquinas sin renunciar a la comodidad de un gran tablero.
- Con el escritorio elevable RODULF podemos cambiar de posición mientras trabajamos, alternando los ratos sentados con otros de pie. Un punto extra para la salud.
- La mesa TOMMARYD es tan versátil que podemos integrarla en todas las estancias o combinarla con otras mesas. Es resistente, duradera y muy fácil de limpiar.
4. Busca la silla más cómoda
Pasamos la mayor parte de la jornada laboral sentados, así que una buena silla, ergonómica y que nos resulte cómoda es fundamental para cuidar la postura y nuestra espalda.
La silla FLINTAN de IKEA cumple con todos estos requisitos y, gracias a su respaldo, hecho de malla para mantener el frescor, proporciona un gran apoyo.
Lleva ruedas para desplazarse con facilidad y un mecanismo de inclinación sincronizado que contribuye a mantener una buena postura y que podamos estirar mejor el torso y las caderas al reclinarnos. Además, toda la funda es lavable.
Por su parte, en casos de emergencia o que no haya hueco para añadir otra silla, el cojín de cuello y lumbar RAGGARV nos puede sacar del apuro. Es una mini almohada mullida y muy fácil de colocar, ya que tiene correas ajustables. Y convierte cualquier asiento en un soporte confortable.
5. Asegúrate un espacio ordenado
Hemos visto como la mini cómoda MOPPE o la base de monitor ELLOVEN nos sirven para mantener el escritorio libre de esos objetos pequeños que pueden estorbar en medio de la mesa.
Pero, ¿qué pasa con todo lo demás? Libros, carpetas, archivos, grabadoras, materiales de trabajo… Requieren igualmente un lugar donde almacenarlos, para que reine el orden y podamos encontrar todo a la primera. La mejor contribución a aumentar nuestra productividad.
Las cajoneras con ruedas, como la IDÅSEN o la HELMER, van muy bien para las cosas que necesitamos más a mano, el resto se pueden repartir en unas baldas TRANHULT, para liberar espacio en el suelo. Las cajas organizadoras, en todos sus tamaños y formas, también serán tus aliadas.
El tablero perforado SKÅDIS te permitirá tener los documentos imprescindibles a la vista, y si buscas ordenar las ideas, el tablero de notas SVENSÅS te servirá a la vez como pizarra.
Por otra parte, tan importante como una buena conexión a internet, es mantener los cables bien organizados. Todos los escritorios de IKEA que hemos mencionado están ideados para que los cables queden guardados debajo del tablero. No obstante, si tienes muchos y necesitas un organizador de cables más amplio, puedes optar por la mesa de gaming UTESPELARE. Su diseño en negro, discreto y funcional, la hace igual de adecuada como mesa de oficina.
6. Crea un ambiente agradable
Ya tienes todo lo que necesitas, ahora solo toca darle a tu rincón los acabados finales para conseguir un ambiente agradable, motivador y que favorezca tu eficiencia en el trabajo.
La calidad del aire es un aspecto a considerar, teniendo en cuenta que está muy relacionada con nuestra salud. El purificador de aire FÖRNUFTIG ayuda a respirar un aire más limpio, ocupa poco sitio y se puede colgar. Hay la opción de completarlo con un filtro de gases que elimina olores, polen, polvo y otros contaminantes.
Las plantas naturales también potencian esta función. Además de una pequeña maceta en el escritorio, una planta alta tipo la DYPSIS LUTESCENS sirve para separar ambientes. ¿No te queda superficie libre? Los maceteros colgantes DRUVFLÄDER vienen a tu rescate. Combina varios a diferentes alturas y conseguirás un efecto actual y muy refrescante
Por último, personaliza tu oficina. Hazla tuya, poniendo esa foto que te hace sonreír en el tablero SÖSDALA, guardando la nota que te dejó una compañera que te anima las mañanas, usando tu taza de café preferida… En definitiva, dale protagonismo a esos pequeños detalles que hacen de tu lugar de trabajo un sitio inspirador, ilusionante y muy acogedor.
Imágenes: IKEA